22 febrero 2009

Exoneran a asesino de adolescente gay inglés

Tras un año de juicio, fue declarado inocente. La familia, indignada, abandona la corte.

La familia del chico de 18 años que fuera brutalmente golpeado hasta morir y luego abandonado en una calle de Liverpool, abandonó, profundamente indignada, el edificio de la corte. Los integrantes de la familia de Michael Causer, rompieron en llanto al conocer el veredicto del jurado que encontró inocentes de los cargos al asesino del joven.

Gavin Alker, de 19 años, estuvo enjuiciado desde el pasado julio por el asesinato de Michael Causer. El jurado deliberó por más de 13 horas antes de dar su veredicto. Alker permaneció inalterable y sin manifestar ninguna emoción cuando el veredicto fue leído.

Durante el juicio, se dijo que Alker y Causer formaban parte de un grupo de amigos que se reunían por la noche en un pub local. Después de haber bebido demasiado, uno de los chicos propuso dirigirse a casa de su abuela para pasar la noche. En algún momento, Alker había descubierto, por otro compañero o por el mismo Causer, que este era gay.

El fiscal Richard Pratt dijo al jurado que Alker tomó un pesado libro de texto de Historia de una repisa de la habitación donde Causer dormía y lo usó para golpear al indefenso chico en la cabeza. Alker golpeó a Causer, con el libro y los puños, repetidas veces.

Pratt enunció al jurado la única razón del ataque: “Michael Causer era gay".

Pratt mostró al jurado la evidencia de que Alker intentó borrar huellas que identificaran el cadáver de Michael, quemando una parte de su pierna y preparando un cuchillo para arrancarle los piercings.

En este punto, declaró Pratt, Alker y otros dos chicos, Michael Binsteed de 18 y James O’Connor de 19 años, decidieron deshacerse del cuerpo de Michael Causer tirándolo en una calle.

Después de esto, los tres chicos regresaron a la casa, limpiaron los rastros y Binsteed llamó a una ambulancia.

Los paramédicos encontraron a Causer con severos daños cerebrales y lo llevaron al hospital, donde permaneció ocho días en terapia intensiva. Los médicos, al final declararon muerte cerebral y los aparatos de ventilación le fueron retirados.

Alker se declaró inocente del asesinato y señaló a O’Connor de ser el único asesino. O’Connor ya se había declarado culpable de participar en el asesinato.

El crimen conmocionó a la comunidad LGBT de Gran Bretaña, que no tardó en compararlo con el crimen de Matthew Shepard ocurrido en octubre de 1998, en Wyoming.

Shepard era un estudiante gay de la Universidad de Wyoming que fue golpeado y abandonado en una carretera donde murió. Los dos hombres que lo asesinaron recibieron condenas de por vida en la cárcel.

(Fuente: UniversoGay.com)

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