«Nadie es mejor padre por ser homosexual o heterosexual», asegura la psicóloga María del Mar González, profesora en la Universidad de Sevilla. Hace ocho años dirigió el primer estudio realizado en España sobre familias homoparentales (con padres gays o madres lesbianas).
Aquella investigación permitió despejar muchas dudas. Para empezar: «Ni la homosexualidad se contagia ni los niños crecen aislados o con problemas de autoestima». No obstante, también se confirmó que «en la adolescencia se sufren presiones del entorno». Ser diferente siempre acarrea riesgos «pero no por eso hay que ceder», alerta la especialista. Basta con disponer de argumentos sólidos. «Siempre recuerdo la respuesta de la niña que al oír aquello de '¡tu madre es tortillera!', se dio la vuelta y dijo muy digna: 'Mi madre es lesbiana y feliz, no sé si tú puedes decir lo mismo de la tuya'».
En cuanto a las adopciones, hay que decir que se presentan llenas de escollos; por eso, es habitual que se hagan cargo de niños con discapacidades. Sólo Sudáfrica y Brasil admiten abiertamente la petición de homosexuales. China les prohibe presentar la solicitud y en el resto de los casos, «yo aconsejaría ser discreto y no decir que uno es homosexual», advierte David Montero, coordinador de Relaciones Internacionales y Derechos Humanos en la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (Felgtb-España).
(Fuente: diariovasco.com)
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