La Iglesia Anglicana se encuentra al borde de una crisis ante la posible salida de 500 sacerdotes, que han amagado con abandonar la congregación en protesta por la posibilidad de que se ordenen mujeres obispos, según informa el periódico británico The Times.
La propuesta será debatida en el sínodo general de éste mes, aunque el proyecto fue aprobado en un cónclave anterior por un estrecho margen sin ofrecerles las mismas garantías legales que a los prelados. En su lugar, las diócesis que nombren a su frente a una mujer podrán firmar un código de prácticas voluntario por el cual se procurará que aquellos que se opongan a la ordenación de mujeres no se verán obligados a actuar contra su conciencia.
Según el diario, algunos de los tradicionalistas se sienten traicionados por el paso que la Iglesia está a punto de dar. En 1992 las primeras mujeres fueron nombradas sacerdotisas a cambio de que los sectores más tradicionales fueran retribuidos con salvaguardias, que a su juicio, se están violando ahora. The Times informa de que varios clérigos buscan consejo legal para explorar la posibilidad de demandar a la Iglesia por desestimarlos.
El arzobispo de Canterbury y primado anglicano, Rowan Williams, y el de York, John Sentamu, intentan, según el periódico, que la Iglesia anglicana no traicione a su ala tradicional católica y abogan por un compromiso, aún cuando ambos están a favor de la consagración de mujeres.
Si el sínodo vota a favor en la reunión que mantendrá el mes próximo en la diócesis de York, las primeras mujeres obispos de la Iglesia Anglicana podrían llegar en un plazo de cinco años luego de un largo proceso. Tras su aprobación en el congreso, la nueva legislación eclesiástica deberá ser aprobada por las parroquias, diaconatos y diócesis, posteriormente pasará al Comité Eclesiástico y finalmente a las cámaras de los Lores y Comunes. Las mujeres con más posibilidades se dar el histórico paso son, según el periódico, Lucy Winkett, de la catedral londinense de San Pablo, y June Osborne, diaconisa de Salisbury, y Vivienne Faull, diaconisa de Leicester.
La Iglesia de Inglaterra, que es la iglesia madre de la comunidad anglicana se encuentra en una posición delicada. Las Iglesias de Escocia e Irlanda han aprobado la ordenación de mujeres obispos, pero hasta ahora no han nombrado a ninguna. 15 provincias episcopales han votado a favor del nombramiento de mujeres obispos- entre ellas las de Australia, Brasil, Canadá, América Central, México, Filipinas, Suráfrica y Estados Unidos. Cuatro han consagrado ya a mujeres (Australia, Canadá, Nueva Zelanda y EE UU).
La propuesta será debatida en el sínodo general de éste mes, aunque el proyecto fue aprobado en un cónclave anterior por un estrecho margen sin ofrecerles las mismas garantías legales que a los prelados. En su lugar, las diócesis que nombren a su frente a una mujer podrán firmar un código de prácticas voluntario por el cual se procurará que aquellos que se opongan a la ordenación de mujeres no se verán obligados a actuar contra su conciencia.
Según el diario, algunos de los tradicionalistas se sienten traicionados por el paso que la Iglesia está a punto de dar. En 1992 las primeras mujeres fueron nombradas sacerdotisas a cambio de que los sectores más tradicionales fueran retribuidos con salvaguardias, que a su juicio, se están violando ahora. The Times informa de que varios clérigos buscan consejo legal para explorar la posibilidad de demandar a la Iglesia por desestimarlos.
El arzobispo de Canterbury y primado anglicano, Rowan Williams, y el de York, John Sentamu, intentan, según el periódico, que la Iglesia anglicana no traicione a su ala tradicional católica y abogan por un compromiso, aún cuando ambos están a favor de la consagración de mujeres.
Si el sínodo vota a favor en la reunión que mantendrá el mes próximo en la diócesis de York, las primeras mujeres obispos de la Iglesia Anglicana podrían llegar en un plazo de cinco años luego de un largo proceso. Tras su aprobación en el congreso, la nueva legislación eclesiástica deberá ser aprobada por las parroquias, diaconatos y diócesis, posteriormente pasará al Comité Eclesiástico y finalmente a las cámaras de los Lores y Comunes. Las mujeres con más posibilidades se dar el histórico paso son, según el periódico, Lucy Winkett, de la catedral londinense de San Pablo, y June Osborne, diaconisa de Salisbury, y Vivienne Faull, diaconisa de Leicester.
La Iglesia de Inglaterra, que es la iglesia madre de la comunidad anglicana se encuentra en una posición delicada. Las Iglesias de Escocia e Irlanda han aprobado la ordenación de mujeres obispos, pero hasta ahora no han nombrado a ninguna. 15 provincias episcopales han votado a favor del nombramiento de mujeres obispos- entre ellas las de Australia, Brasil, Canadá, América Central, México, Filipinas, Suráfrica y Estados Unidos. Cuatro han consagrado ya a mujeres (Australia, Canadá, Nueva Zelanda y EE UU).
(Fuente: ElPais.com)
No hay comentarios:
Publicar un comentario