A más de una nos ha pasado encontrarnos frente a una chica o chico trans sin saber si decirle "él" o "ella", pues aquí encontramos un artículo sobre éste tema, les adelanto que el llamar a un trans por el género por el cual no se sienten identificados evidencia una transfobia oculta de parte nuestra, difícil de percibir hasta a nosotros mismos; a ellos no les gusta que los denominemos así y son muy delicadas o delicados para hacértelo saber. Léelo nadie quita que pronto nos encontremos en una situación similar. GLP.
Tal vez una de las formas más violentas de comunicación que se ejerce contra una persona transgénero o contra una persona transexual, a quien vemos en su experiencia identitaria actual, es querer comunicarnos con ella o el, desde nuestro viejo imaginario sexual que tenemos con relación a dicha persona.
Esta violencia es mucho mayor cuando esta persona no hace parte de nuestra historia, nos acercamos a ella por primera vez y a pesar de que viste, se comporta e incluso tiene un cuerpo de un sexo determinado no nos comunicamos en el género que se corresponde con dicho sexo sino con el que desde nuestra ignorancia pensamos que es el que "realmente le corresponde", negando la evidencia que se observa de su feminidad o masculinidad construida.
Por supuesto la dificultad se acrecienta al comunicarse con las personas que transitan de la masculinidad a la feminidad o de hombre a mujer, que para hacerlo con las mujeres que transitan a la masculinidad y a ser hombres; ya que éstos hombres trans suelen, en muchos casos, marcar sus músculos, utilizar tatuajes y por el uso de hormonas, desarrollar bello y tener una marcada tendencia a la alopecia; aspecto físico que es muy cercano al prototipo del macho, masculino y en consecuencia cercano a los imaginarios de lo que es un hombre, ya que la presencia de bello en la cara es típicamente identificada no solo como signo de masculinidad, sino además de "hombría".
Las mujeres trans que presentan apariencia muy femenina en la estructura ósea y en las líneas de su rostro, igualmente tienen menos problemas con la aceptación, por cuanto el cerebro de sus interlocutores, en una relación que se establece luego de construirse la feminidad, ya que la primera imagen se corresponde con el imaginario de género.
Una persona no se determina por nosotros sino por sí misma, por tanto el sexo o el género que tiene es el que ella ha determinado para sí. Que el/la observador/a le vea masculino o femenino es una falencia propia, pero que le trate de la manera como "quiere verla" es una violencia emocional muy fuerte y una evidencia de la transfobia personal y social.
La violencia se recibe con más daño emocional cuando la dificultad comunicativa proviene de alguien que conoce el proceso de construcción identitaria de la persona y quien dice poseer afectos positivos hacia ella. Es por ello, que quienes dicen ser amigos/as, familia y/o compañeros/as en las organizaciones, deberían ser mucho mas respetuosos/as en el trato cotidiano con las personas trans.
(Fuente: Manuel Velandia - agmagazine.com.ar)
2 comentarios:
No creo mucho en esas teorias sociales sobre la "violencia" subyacenteen ciertos imaginarios. En mi experiencia como trava no existe tal violencia sino deseo o rechazo. La violencia viene a consecuencia de un deseo no correspondido o una resistencia la rechazo.
En el caso de las trav peruanas, como la nuestra es una sociedad machista por excelencia sucede que se nos identifica como "chicas" pocas veces por aceptación de nuestra opción de genero. Muchas veces es por burla o rechazo.
Ahora que las travas (al menos las peruanas) seamos "delicadas" en hacerselo saber o notar a nuestros interlocutores, es falso. O nos llega o reaccionamos.
Saludos!
RESPETO A LAS TRANS Y LAS ADORO Y AMO. ME ENCANTARIA CHARLAR CON UNA Y SER AMIGOS.BESOS Y MUCHO AMOR.
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