Por: Judith Vázquez Arreola (México)
Domingo 24 agosto 2008
No es extraño que la curia romana excluya a las mujeres de su administración, y tampoco es raro que los prelados hagan comentarios, reseñas o escritos sobre las formas en que las mujeres debemos o podemos vivir nuestro ser.
Desde siempre la iglesia Católica Romana se pronuncia, excomulga, señala, culpa y excluye a cualquier persona (bautizada en su fe o no) que se atreva a disentir de ella desde lo que ella misma llama "Magisterio eclesial", lo cual no es más que la cúpula de esa asociación religiosa que en nuestros tiempos se llama "congregación para la doctrina de la fe" y en antaño le llamaba santo oficio; en tal institución se albergan una pila interminable de sanciones y amonestaciones, juicios y castigos que se le imponen a l@s raligios@s que se atreven a publicar reflexiones teológicas contrarias a lo que llaman la "tradición" católica, que no es otra cosa más que una biblioteca llena de bulas, dogmas y fundamentaciones teológicas que la congregación para la doctrina de la fe defiende con la vida misma para que sus pronunciamientos sobre los temas de actualidad sean descalificados y castigados con una sanción pública.
No es extraño que la curia romana excluya a las mujeres en particular de su administración (fundamentación teológica que se sostiene con argumentos arcaicos y nada evangélicos para no aceptar a las mujeres en sus ministerios), y tampoco es raro que los prelados hagan comentarios, reseñas o escritos sobre las formas en que las mujeres debemos o podemos vivir nuestro ser mujeres de cualquier manera y tipo.
Con lo anterior me refiero específicamente a todas aquellas mujeres como lesbianas, divorciadas, solteras (no religiosas), que hayan abortado, feministas, etc. es decir todas aquellas que vivimos de una forma distinta a lo que "ellos legitiman como digno y correcto".
Miren que hablar de pudor una institución como la Iglesia Católica Romana, en la cual la pederastia, las violaciones, la impunidad y el abuso hacia las mujeres y niñ@s es sistemático, y protegido hasta por las autoridades civiles: Como el caso de sacerdote católico Nicolás Aguilar encubierto por Norberto Ribera Carrera en el 2006, o como el caso mas escandaloso de los Estados Unidos del cardenal Bernard Low de Boston que presentó su renuncia al papa Juan Pablo II por el escándalo mas grande de pederastia de la Historia de la iglesia romana; o como los 10,000 millones de dolares que la misma institución tuvo que pagar en el 2007 para terminar con los procesos en su contra por violación y pederastía en EUA en junio de ese año.
Para el sacerdote que escribe en el semanario "Desde la Fe" sobre el pudor deberíamos enviarle un poco de información sobre la concepción del pudor en nuestro tiempo, que no sólo tiene que ver con el ejercicio de la sexualidad o el erotismo de las mujeres; podríamos informarle sobre la falta de pudor de los políticos en algunos países que niegan los derechos elementales ciudadanos como el acceso a la seguridad social y una vida libre de violencia como a millones de mexicanas y mexicanos; o como no hablar de la falta de pudor de algunas autoridades para cumplir con sus mandatos constitucionales de servir a todas y todos por igual, y educarles en los avances científicos y tecnológicos como la Secretaría de Educación Pública que censuró el libro de educación sexual editado y publicado por el Gobierno del Distrito Federal (Mexico). Y como no hablar de la falta de pudor de los sacerdotes que utilizan a sus seguidores como emplead@s sin otorgarles ni siquiera las garantías de la ley como: vacaciones, servicios médicos, aguinaldo, jubilación etc.. tan solo justificando que las parroquias no cuentan con un ingreso constante y suficiente como para contratarlos legalmente. En fin que podríamos continuar en listando un sin fin de faltas de pudor que en nuestro tiempo existen y padecemos en muchas partes del mundo en donde la injusticia social es el pan nuestro de cada día.
Miren que hablar de pudor con la barriga llena y la despensa bien surtida sólo se puede ver en ciertos niveles económicos y desde luego siendo "niños bien" (como les llamo el cura a los niños lagartijas).
Y finalmente quisiera hablar de la maravillosa campaña de Católicas por el derecho a "decidir" sobre la prevención del VIH que tanto provocó el malestar de la arquidiocesis de México y lanzó cuestionamientos y pronunciamientos en contra que hasta académicos mexicanos como el Dr. Roberto Blancarte tuvo que legitimar desde su férrea defensa del Estado Laicos, para lo cual nos envía argumentos convincentes e históricos sobre la legitimidad de las interpretaciones de los escritos sagrados para demostrarles a la llamada Iglesia Católica Romana como mater et magistra (madre y maestra) en las cuestiones de la fe, que ellos solo tienen "UNA" manera de leer e interpretar "UNA" de las escrituras sagradas de la historia; y que si el "Cantar de los cantares" como libro sagrado de la Biblia se atreve a hablar de un amor carnal, corporal y pasional, l@s seres humanos de éste tiempo podemos y hacemos uso de nuestra sexualidad desde nuestras diversas formas de vivir y expresar nuestros afectos.
Tal parece que los hombres que visten sotana y dan cuentas al Estado Vaticano no tuvieran cuerpo, sexualidad y relaciones sexo-afectivas. Tal vez algunas mujeres podrían atreverse a pensar distinto y tomar sus riesgos y decisiones de vida como abortar o no, como vestir "pudorosamente o no", o ser lesbiana o no, etc. al margen de lo que dicta esta institución ancestral, anquilosada, en ocasiones muy ignorante de los avances tecnológicos, pero sobre todo muy lejana de las realidades cotidianas de los hombres y mujeres que caminamos y vivimos la vida en nuestros distintos sitios, culturas y países.
Tal vez el Imperio Romano de Carlo Magno tenía la forma de persuadir a sus súbditos de cumplir con sus exigencias imperiales, pero miren que venir a decir que y como hacer las cosas a TODAS las mujeres para evitar ser violadas y agredidas sexualmente a través del pudor, es no querer responsabilizarse como institución de la deformación cultural y andro-falocéntrica de la que son culpables históricamente, y pretender responsabilizar a las mujeres de lo que hacen los varones una vez más como en el relato de Adán y Eva.
Miren que pedir que se termine con las campañas de prevención del VIH en un país como México desde la curia utilizando a la asociación de padres de familia y disfrazandose de "provida" es un descaro y una desvergüenza.
Miren que pretender que el Sida no mata a nadie (porque no aceptan y hacen públicos a sus propios enfermos) y sancionar el empleo de las mismas escrituras en una campaña publicitaria de protección, no tiene nombre de verdad.
Y pretender continuar dictando desde sus púlpitos las formas de comportamiento autorizado a sus súbditos (termino empleado en su Código de Derecho canónico para todos aquellos bautizados sin consagración) es no reconocer que las democracias existen o creer que los derechos ciudadanos son negociables o intercambiables por bonos celestiales (indulgencias) heredables de generación en generación.
Continuar dando foro, cámaras y micrófonos a los hombres que visten sotana y entregan cuentas en el Vaticano es continuar legitimando su pretendido "poder moral"; ¿o será que de verdad nuestra sociedad cree que eso aun existe?, ¿ O será que los medios de comunicación no han descubierto la ignorancia del Arzobispo mexicano y de su deformación de la realidad con la que se pronuncia y opina sobre cualquier tema que se le pregunte?, O será tan solo que no aceptamos que el morbo de escucharlos opinar sobre los temas de la vida es mayor que nuestro deseo de evidenciarlos públicamente?.
Ojalá que nos atrevamos a vivir nuestras propias vidas, tomando nuestros propios riesgos y decisiones con la firme confianza de que Dios si existe, y que las formas de religarnos con el (como diría Martin Lutero), no requiere de intermediarios (mediadores), que la fe sin obras es letra muerta y la esperanza en un mundo incluyente, justo, equitativo, digno y mejor es posible en la medida en que nos reconocemos en los otros y actuamos en consecuencia.
•Teóloga por la Universidad Iberoamericana
•Lesbiana y feminista de la liberación.
(Fuente: Anodis.com)
Domingo 24 agosto 2008
No es extraño que la curia romana excluya a las mujeres de su administración, y tampoco es raro que los prelados hagan comentarios, reseñas o escritos sobre las formas en que las mujeres debemos o podemos vivir nuestro ser.
Desde siempre la iglesia Católica Romana se pronuncia, excomulga, señala, culpa y excluye a cualquier persona (bautizada en su fe o no) que se atreva a disentir de ella desde lo que ella misma llama "Magisterio eclesial", lo cual no es más que la cúpula de esa asociación religiosa que en nuestros tiempos se llama "congregación para la doctrina de la fe" y en antaño le llamaba santo oficio; en tal institución se albergan una pila interminable de sanciones y amonestaciones, juicios y castigos que se le imponen a l@s raligios@s que se atreven a publicar reflexiones teológicas contrarias a lo que llaman la "tradición" católica, que no es otra cosa más que una biblioteca llena de bulas, dogmas y fundamentaciones teológicas que la congregación para la doctrina de la fe defiende con la vida misma para que sus pronunciamientos sobre los temas de actualidad sean descalificados y castigados con una sanción pública.
No es extraño que la curia romana excluya a las mujeres en particular de su administración (fundamentación teológica que se sostiene con argumentos arcaicos y nada evangélicos para no aceptar a las mujeres en sus ministerios), y tampoco es raro que los prelados hagan comentarios, reseñas o escritos sobre las formas en que las mujeres debemos o podemos vivir nuestro ser mujeres de cualquier manera y tipo.
Con lo anterior me refiero específicamente a todas aquellas mujeres como lesbianas, divorciadas, solteras (no religiosas), que hayan abortado, feministas, etc. es decir todas aquellas que vivimos de una forma distinta a lo que "ellos legitiman como digno y correcto".
Miren que hablar de pudor una institución como la Iglesia Católica Romana, en la cual la pederastia, las violaciones, la impunidad y el abuso hacia las mujeres y niñ@s es sistemático, y protegido hasta por las autoridades civiles: Como el caso de sacerdote católico Nicolás Aguilar encubierto por Norberto Ribera Carrera en el 2006, o como el caso mas escandaloso de los Estados Unidos del cardenal Bernard Low de Boston que presentó su renuncia al papa Juan Pablo II por el escándalo mas grande de pederastia de la Historia de la iglesia romana; o como los 10,000 millones de dolares que la misma institución tuvo que pagar en el 2007 para terminar con los procesos en su contra por violación y pederastía en EUA en junio de ese año.
Para el sacerdote que escribe en el semanario "Desde la Fe" sobre el pudor deberíamos enviarle un poco de información sobre la concepción del pudor en nuestro tiempo, que no sólo tiene que ver con el ejercicio de la sexualidad o el erotismo de las mujeres; podríamos informarle sobre la falta de pudor de los políticos en algunos países que niegan los derechos elementales ciudadanos como el acceso a la seguridad social y una vida libre de violencia como a millones de mexicanas y mexicanos; o como no hablar de la falta de pudor de algunas autoridades para cumplir con sus mandatos constitucionales de servir a todas y todos por igual, y educarles en los avances científicos y tecnológicos como la Secretaría de Educación Pública que censuró el libro de educación sexual editado y publicado por el Gobierno del Distrito Federal (Mexico). Y como no hablar de la falta de pudor de los sacerdotes que utilizan a sus seguidores como emplead@s sin otorgarles ni siquiera las garantías de la ley como: vacaciones, servicios médicos, aguinaldo, jubilación etc.. tan solo justificando que las parroquias no cuentan con un ingreso constante y suficiente como para contratarlos legalmente. En fin que podríamos continuar en listando un sin fin de faltas de pudor que en nuestro tiempo existen y padecemos en muchas partes del mundo en donde la injusticia social es el pan nuestro de cada día.
Miren que hablar de pudor con la barriga llena y la despensa bien surtida sólo se puede ver en ciertos niveles económicos y desde luego siendo "niños bien" (como les llamo el cura a los niños lagartijas).
Y finalmente quisiera hablar de la maravillosa campaña de Católicas por el derecho a "decidir" sobre la prevención del VIH que tanto provocó el malestar de la arquidiocesis de México y lanzó cuestionamientos y pronunciamientos en contra que hasta académicos mexicanos como el Dr. Roberto Blancarte tuvo que legitimar desde su férrea defensa del Estado Laicos, para lo cual nos envía argumentos convincentes e históricos sobre la legitimidad de las interpretaciones de los escritos sagrados para demostrarles a la llamada Iglesia Católica Romana como mater et magistra (madre y maestra) en las cuestiones de la fe, que ellos solo tienen "UNA" manera de leer e interpretar "UNA" de las escrituras sagradas de la historia; y que si el "Cantar de los cantares" como libro sagrado de la Biblia se atreve a hablar de un amor carnal, corporal y pasional, l@s seres humanos de éste tiempo podemos y hacemos uso de nuestra sexualidad desde nuestras diversas formas de vivir y expresar nuestros afectos.
Tal parece que los hombres que visten sotana y dan cuentas al Estado Vaticano no tuvieran cuerpo, sexualidad y relaciones sexo-afectivas. Tal vez algunas mujeres podrían atreverse a pensar distinto y tomar sus riesgos y decisiones de vida como abortar o no, como vestir "pudorosamente o no", o ser lesbiana o no, etc. al margen de lo que dicta esta institución ancestral, anquilosada, en ocasiones muy ignorante de los avances tecnológicos, pero sobre todo muy lejana de las realidades cotidianas de los hombres y mujeres que caminamos y vivimos la vida en nuestros distintos sitios, culturas y países.
Tal vez el Imperio Romano de Carlo Magno tenía la forma de persuadir a sus súbditos de cumplir con sus exigencias imperiales, pero miren que venir a decir que y como hacer las cosas a TODAS las mujeres para evitar ser violadas y agredidas sexualmente a través del pudor, es no querer responsabilizarse como institución de la deformación cultural y andro-falocéntrica de la que son culpables históricamente, y pretender responsabilizar a las mujeres de lo que hacen los varones una vez más como en el relato de Adán y Eva.
Miren que pedir que se termine con las campañas de prevención del VIH en un país como México desde la curia utilizando a la asociación de padres de familia y disfrazandose de "provida" es un descaro y una desvergüenza.
Miren que pretender que el Sida no mata a nadie (porque no aceptan y hacen públicos a sus propios enfermos) y sancionar el empleo de las mismas escrituras en una campaña publicitaria de protección, no tiene nombre de verdad.
Y pretender continuar dictando desde sus púlpitos las formas de comportamiento autorizado a sus súbditos (termino empleado en su Código de Derecho canónico para todos aquellos bautizados sin consagración) es no reconocer que las democracias existen o creer que los derechos ciudadanos son negociables o intercambiables por bonos celestiales (indulgencias) heredables de generación en generación.
Continuar dando foro, cámaras y micrófonos a los hombres que visten sotana y entregan cuentas en el Vaticano es continuar legitimando su pretendido "poder moral"; ¿o será que de verdad nuestra sociedad cree que eso aun existe?, ¿ O será que los medios de comunicación no han descubierto la ignorancia del Arzobispo mexicano y de su deformación de la realidad con la que se pronuncia y opina sobre cualquier tema que se le pregunte?, O será tan solo que no aceptamos que el morbo de escucharlos opinar sobre los temas de la vida es mayor que nuestro deseo de evidenciarlos públicamente?.
Ojalá que nos atrevamos a vivir nuestras propias vidas, tomando nuestros propios riesgos y decisiones con la firme confianza de que Dios si existe, y que las formas de religarnos con el (como diría Martin Lutero), no requiere de intermediarios (mediadores), que la fe sin obras es letra muerta y la esperanza en un mundo incluyente, justo, equitativo, digno y mejor es posible en la medida en que nos reconocemos en los otros y actuamos en consecuencia.
•Teóloga por la Universidad Iberoamericana
•Lesbiana y feminista de la liberación.
(Fuente: Anodis.com)
No hay comentarios:
Publicar un comentario