Importante investigación desarrollada por el Movilh de Chile (Movimiento de Integración y Liberación Homosexual) -a petición del Colegio de Profesores de Chile- revela que la homosexualidad no es tema en las aulas educativas de éste país ni forma parte de sus programas de afectividad y sexualidad. El resultado: prejuicios, exclusión y una montaña de ignorancia, suena familiar no?.... Si bien Chile no es el Perú, su realidad no debe ser muy lejana a la nuestra. Aquí el artículo:
Bastó que en su colegio se enteraran de que era lesbiana para que la dirección del liceo aconseje a sus compañeras a no juntarse con ella. Su orientación sexual podía mal influenciarlas. No sólo eso. Se le prohibió abrazar o saludar con un beso en la mejilla a sus amigas cada mañana. Luego, vino una seguidilla de llamadas para instar a la joven a experimentar relaciones con hombres. Dado que el hostigamiento no daba resultados positivos se le informó a su madre que su matrícula estaba cancelada. Yessenia (15 años) no soportó la presión: intentó suicidarse, llegó a parar a la Unidad de Tratamiento Intensivos (UTI) de un hospital capitalino y quedó bajo tratamiento siquiátrico producto de una aguda depresión.
A principio de este año denunció públicamente su caso y logró- tras la intervención del Movilh y el Mineduc- ser reincorporada a su escuela. Antes de eso, sin embargo, no sólo fue discriminada, sino que acusada injustamente de "hostigar a sus compañeras", por realizar acciones que nunca antes fueron cuestionadas cuando la creían heterosexual.
Más que casos aislados
Según las cifras del Movilh desde 2002 se han registrado sólo 19 hechos de discriminación en el sistema escolar por homofobia. Una cifra que sólo se explica por el temor a hacer público el caso. Sin embargo, un reciente estudio realizado por la misma ONG -a petición del Colegio de Profesores y patrocinada por la Internacional de Educación- da cuenta de otra realidad. El 90% de los docentes y el 71% de los estudiantes ha conocido al menos a un o una estudiante o profesor/a homosexual o transexual. Una realidad que, desgraciadamente, va de la mano con la discriminación. La investigación titulada "Prejuicios y conocimientos sobre orientación sexual e identidad de género en establecimientos educacionales municipalizados de la Región Metropolitana" -que será dada a conocer esta semana en un seminario en Guatemala sobre bullying homo-transfóbico en colegios- indica que el 40% de los estudiantes chilenos, el 55% de los profesores y el 31% de los apoderados ha conocido al menos a una persona que ha sido discriminada en las aulas en razón de su orientación sexual o identidad de género.
Prejuicio y contradicciones
Juan Hernández, encargado de estudios del Movilh, dice que cada vez es más recurrente el bullying homo-transfóbico, un fenómeno que ocurre cuando estudiantes o docentes que son identificados como homosexuales o transexuales pasan a ser víctimas de la discriminación, burlas, hostigamientos, chantajes , marginaciones, expulsiones, sanciones, deserción escolar e invisibilización. De allí que el objetivo del estudio -realizado en nueve focus group con personas entre 14 y 60 años- haya sido medir la cantidad de información y prejuicios que hay sobre este tema.
Los datos son reveladores. Mientras la mayoría de los integrantes de la comunidad escolar consideran que la homosexualidad no es una enfermedad, el 57% de los alumnos, el 24% de los profesores y 30% de los apoderados consideran -contradictoriamente- que una buena terapia puede curar o transformar a un gay en heterosexual. Esta cifra aumenta a 72%, 38% y 61% respectivamente, cuando se les consulta si esa posibilidad de "cura" aumenta cuando el tratamiento es además a temprana edad.
Hernández también deja ver otra contradicción, lo que revela cómo los prejuicios pesan más finalmente a la hora de opinar. Mientras el 71% de los escolares, el 85% de los docentes y el 85% de los apoderados cree que tener un mejor amigo gay no influirá en la orientación sexual de otro, entre un 30% y un 50% cree que si un heterosexual tiene una relación homosexual puede convertirse en gay, "lo que demuestra que hay una clara desinformación sobre la diferencia que hay entre una orientación sexual y una conducta sexual".
Asimismo, explica Hernández, se mantiene fuertemente el prejuicio que más impacta a los homosexuales en la sociedad: que se les asocie a la promiscuidad y las enfermedades. Los adultos se diferencian claramente en este punto de los jóvenes. Los últimos creen que son más promiscuos sólo en un 18% contra un 76% (profesores) y un 54% apoderados. Respecto a estar más expuestos a contraer enfermedades de transmisión sexual, entre un 52% y un 84% lo aprueba. Donde sí hay un cambio significativo es en la vinculación de la homosexualidad con el pecado: un 80% de lo alumnos, un 100% de los docentes y un 92% de los apoderados rechazan este nexo.
Abordaje en las aulas
Las cifras anteriores, según Hernández, se explican a la hora de evaluar con la comunidad educativa el nivel de información que hay en los colegios sobre este tema. La respuesta es muy poca o ninguna. "Tanto la transexualidad como la homosexualidad son temas poco y nada debatidos en las aulas, pese a que se sabe de la existencia de minorías sexuales y de que éstas padecen discriminaciones", dicen el Movilh.
Como consecuencia, la mayoría de los estudiantes (63 por ciento) no se sienten preparados o no sabrían cómo enfrentar el tema de la homosexualidad o la transexualidad en caso de ser necesario, al igual que los apoderados (54 por ciento). En tanto, el 40 por ciento de los docentes atraviesa por igual problema.
"La mejor forma de combatir los prejuicios es con información y esta no se ha está dando a los alumnos, porque ni sus padres ni sus docentes saben del tema ni cómo abordarlo. Y eso es justamente lo que permite el matonaje y discriminación hacia estos alumnos, que es un tema en el que el Mineduc actúa sólo luego de la denuncia. Pero la homosexualidad no está incorporada en ningún programa de sexualidad y afectividad en los colegios y eso debe remediarse. Nuestra idea es llevarle este trabajo al Gobierno, primero para que se enteren que hay una tendencia en el área y segundo para que apoyen a los profesores que son expulsados de sus liceos, pues hasta ahora, nunca lo ha hecho", explica Hernández, quien comenta que uno de los objetivos del seminario es lograr que los grupos sindicales docentes incorporen entre sus demandas los despidos a sus miembros en razón de su orientación sexual.
Bastó que en su colegio se enteraran de que era lesbiana para que la dirección del liceo aconseje a sus compañeras a no juntarse con ella. Su orientación sexual podía mal influenciarlas. No sólo eso. Se le prohibió abrazar o saludar con un beso en la mejilla a sus amigas cada mañana. Luego, vino una seguidilla de llamadas para instar a la joven a experimentar relaciones con hombres. Dado que el hostigamiento no daba resultados positivos se le informó a su madre que su matrícula estaba cancelada. Yessenia (15 años) no soportó la presión: intentó suicidarse, llegó a parar a la Unidad de Tratamiento Intensivos (UTI) de un hospital capitalino y quedó bajo tratamiento siquiátrico producto de una aguda depresión.
A principio de este año denunció públicamente su caso y logró- tras la intervención del Movilh y el Mineduc- ser reincorporada a su escuela. Antes de eso, sin embargo, no sólo fue discriminada, sino que acusada injustamente de "hostigar a sus compañeras", por realizar acciones que nunca antes fueron cuestionadas cuando la creían heterosexual.
Más que casos aislados
Según las cifras del Movilh desde 2002 se han registrado sólo 19 hechos de discriminación en el sistema escolar por homofobia. Una cifra que sólo se explica por el temor a hacer público el caso. Sin embargo, un reciente estudio realizado por la misma ONG -a petición del Colegio de Profesores y patrocinada por la Internacional de Educación- da cuenta de otra realidad. El 90% de los docentes y el 71% de los estudiantes ha conocido al menos a un o una estudiante o profesor/a homosexual o transexual. Una realidad que, desgraciadamente, va de la mano con la discriminación. La investigación titulada "Prejuicios y conocimientos sobre orientación sexual e identidad de género en establecimientos educacionales municipalizados de la Región Metropolitana" -que será dada a conocer esta semana en un seminario en Guatemala sobre bullying homo-transfóbico en colegios- indica que el 40% de los estudiantes chilenos, el 55% de los profesores y el 31% de los apoderados ha conocido al menos a una persona que ha sido discriminada en las aulas en razón de su orientación sexual o identidad de género.
Prejuicio y contradicciones
Juan Hernández, encargado de estudios del Movilh, dice que cada vez es más recurrente el bullying homo-transfóbico, un fenómeno que ocurre cuando estudiantes o docentes que son identificados como homosexuales o transexuales pasan a ser víctimas de la discriminación, burlas, hostigamientos, chantajes , marginaciones, expulsiones, sanciones, deserción escolar e invisibilización. De allí que el objetivo del estudio -realizado en nueve focus group con personas entre 14 y 60 años- haya sido medir la cantidad de información y prejuicios que hay sobre este tema.
Los datos son reveladores. Mientras la mayoría de los integrantes de la comunidad escolar consideran que la homosexualidad no es una enfermedad, el 57% de los alumnos, el 24% de los profesores y 30% de los apoderados consideran -contradictoriamente- que una buena terapia puede curar o transformar a un gay en heterosexual. Esta cifra aumenta a 72%, 38% y 61% respectivamente, cuando se les consulta si esa posibilidad de "cura" aumenta cuando el tratamiento es además a temprana edad.
Hernández también deja ver otra contradicción, lo que revela cómo los prejuicios pesan más finalmente a la hora de opinar. Mientras el 71% de los escolares, el 85% de los docentes y el 85% de los apoderados cree que tener un mejor amigo gay no influirá en la orientación sexual de otro, entre un 30% y un 50% cree que si un heterosexual tiene una relación homosexual puede convertirse en gay, "lo que demuestra que hay una clara desinformación sobre la diferencia que hay entre una orientación sexual y una conducta sexual".
Asimismo, explica Hernández, se mantiene fuertemente el prejuicio que más impacta a los homosexuales en la sociedad: que se les asocie a la promiscuidad y las enfermedades. Los adultos se diferencian claramente en este punto de los jóvenes. Los últimos creen que son más promiscuos sólo en un 18% contra un 76% (profesores) y un 54% apoderados. Respecto a estar más expuestos a contraer enfermedades de transmisión sexual, entre un 52% y un 84% lo aprueba. Donde sí hay un cambio significativo es en la vinculación de la homosexualidad con el pecado: un 80% de lo alumnos, un 100% de los docentes y un 92% de los apoderados rechazan este nexo.
Abordaje en las aulas
Las cifras anteriores, según Hernández, se explican a la hora de evaluar con la comunidad educativa el nivel de información que hay en los colegios sobre este tema. La respuesta es muy poca o ninguna. "Tanto la transexualidad como la homosexualidad son temas poco y nada debatidos en las aulas, pese a que se sabe de la existencia de minorías sexuales y de que éstas padecen discriminaciones", dicen el Movilh.
Como consecuencia, la mayoría de los estudiantes (63 por ciento) no se sienten preparados o no sabrían cómo enfrentar el tema de la homosexualidad o la transexualidad en caso de ser necesario, al igual que los apoderados (54 por ciento). En tanto, el 40 por ciento de los docentes atraviesa por igual problema.
"La mejor forma de combatir los prejuicios es con información y esta no se ha está dando a los alumnos, porque ni sus padres ni sus docentes saben del tema ni cómo abordarlo. Y eso es justamente lo que permite el matonaje y discriminación hacia estos alumnos, que es un tema en el que el Mineduc actúa sólo luego de la denuncia. Pero la homosexualidad no está incorporada en ningún programa de sexualidad y afectividad en los colegios y eso debe remediarse. Nuestra idea es llevarle este trabajo al Gobierno, primero para que se enteren que hay una tendencia en el área y segundo para que apoyen a los profesores que son expulsados de sus liceos, pues hasta ahora, nunca lo ha hecho", explica Hernández, quien comenta que uno de los objetivos del seminario es lograr que los grupos sindicales docentes incorporen entre sus demandas los despidos a sus miembros en razón de su orientación sexual.
(Fuente: lanacion.cl)
No hay comentarios:
Publicar un comentario