Encontramos ésta entrevista a la Dra. María del Mar Gonzáles de la Universidad de Sevilla - España, ustedes dirán quien es ésta doctora, pues les comentamos que ella hizo el primer estudio de familias homoparentales en España en el 2002. Los resultados fueron favorables para la comunidad LGBT, obviamente salieron los sectores conservadores a tratar de quitarle méritos a la investigación, pero eso no ha mermado en lo absoluto la importancia del trabajo realizado y nos llena de satisfacción que según estudios se confirme que como homosexuales SÍ estamos aptos y preparados para ser madres o padres y formar una familia homoparental, aquí la entrevista a la doctora... ah.... el informe lo encontramos ;) y lo puedes descargar al final del artículo.
Por M. R. Illana
María del Mar González es profesora titular del Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación en la Universidad de Sevilla. Su estudio de los nuevos modelos familiares emergentes le llevó a dirigir los primeros trabajos en España sobre el desarrollo infantil y adolescente en familias homoparentales (aquellas en que los progenitores son gays o lesbianas). Con motivo del debate sobre la nueva Ley de matrimonio entre homosexuales, ha sido recientemente invitada a exponer sus conclusiones en el Senado.
¿Existe algún tipo de influencia entre la orientación sexual del adulto y la crianza de los hijos?
Hay consenso en la comunidad científica en torno a que la estructura o configuración de la familia no es el aspecto determinante en el desarrollo y bienestar psicológico infantil, sino la calidad de la dinámica de relaciones. Es decir, lo relevante no es si es biológica o adoptiva, con uno o dos progenitores, si éstos son de igual o distinto sexo, si es una primera unión o ha pasado por una separación. La clave es una buena dosis de afecto y comunicación, sensibilidad a las necesidades del niño o niña, estabilidad, respeto a normas razonables y relaciones armónicas.
¿Cómo se desarrollan los chicos y chicas que viven con padres o madres homosexuales?
Presentan un buen desarrollo en distintas dimensiones. Esto se refleja en la ausencia de diferencias estadísticas significativas respecto al resto de los chicos en parámetros como autoestima, competencia académica, ajuste emocional y comportamental, habilidades interpersonales o integración en clase y grupo de amigos. Las familias se caracterizan por una dinámica de relaciones con bajos niveles de conflicto y amplias redes de apoyo social. Por otra parte, los estudios con jóvenes adultos que han crecido con gays o lesbianas también evidencian que son personas con buen ajuste psicológico y entre las que no hay mayor proporción de orientación homosexual que la habitual en las familias heteroparentales.
¿Qué particularidades les aporta el hecho de criarse en una familia homoparental?
Por una parte, como era esperable, aceptan más la homosexualidad, pero también tienen ideas favorables a la diversidad cultural, familiar, étnica, de género o relativa a la condición social en general. Por otro lado, conocen con precisión los roles que la sociedad asigna a uno y otro género, pero eso sí, son más flexibles en ese terreno porque piensan que tanto hombres como mujeres pueden realizar perfectamente cualquier tarea.
¿Cómo ejercen de padres y madres los progenitores de estos núcleos familiares?
La tolerancia y el respeto a los demás es el valor educativo principal. Sus ideas evolutivo-educativas se enmarcan dentro del perfil ‘moderno’, de acuerdo con la terminología desarrollada por Jesús Palacios en 1988: conocen estrategias para optimizar el desarrollo infantil y se sienten capacitados para aplicarlas. Su estilo educativo, siguiendo la clasificación de Diana Baumrind, de 1971, se corresponde con el modelo ‘democrático’: buenas dosis de afecto y comunicación, junto a la fijación de normas y límites nítidos, pero basados en el razonamiento y el diálogo con los hijos.
¿Cuál fue la metodología empleada?
La muestra se compuso de 28 familias de Madrid y Andalucía: 15 de madres lesbianas con hijos procedentes de uniones heterosexuales anteriores; 10 de madres lesbianas o padres gays con hijos por adopción o inseminación; y 3 en las que los padres, si bien no tenían la custodia, convivían con sus hijos tanto o más que sus madres. Se aplicó una nutrida batería de cuestionarios y entrevistas, algunos de elaboración propia, a hijos, progenitores y profesores. Los resultados fueron objeto de análisis con procedimientos estadísticos diversos, como el Análisis de Correspondencias Múltiples.
¿Podría detallar alguna de estas técnicas?
Por ejemplo, en la prueba conocida como SERLI (de Edelbrock y Sugawara, 1978) los niños debían guardar diversos objetos (como un martillo, un biberón, una plancha, etc.) en una de tres cajas posibles, según quién podía utilizarlas (si hombres, mujeres o ambos) Cada una se identificaba a través de un dibujo de un hombre, de una mujer, o de ambos, lo que permitió concluir tanto el mencionado conocimiento de los roles sociales de género por parte de los niños y niñas, como su flexibilidad a la hora de concebir la capacidad de uno u otro género, independientemente de la tarea planteada.
¿Concuerdan los resultados con las investigaciones realizadas en otros países?
Sí, absolutamente: concuerdan con las investigaciones realizadas en Estados Unidos, Reino Unido, Bélgica, Holanda o Francia. No obstante, aún faltan por conocer en toda su riqueza muchos aspectos del tema, ya que los primeros trabajos datan de finales de los 70; tres décadas es un tiempo corto en Ciencias Sociales. La primera gran revisión en Child Development (la revista internacional de mayor impacto en Psicología Evolutiva), publicada por Charlotte Patterson, apareció hace sólo trece años. Los primeros estudios se efectuaron en el ámbito predominantemente anglosajón, fueron puntuales y con muestras pequeñas. Aún así, ya han visto la luz trabajos europeos, de mayor alcance o de carácter longitudinal (con intervalos de tiempo prolongados).
Al calor del debate legislativo, algunos sectores han desautorizado la capacidad educativa de gays y lesbianas bajo una supuesta condición enferma.
Se trata de afirmaciones extracientíficas sin ningún apoyo empírico, que además de ignorar los resultados de las revistas científicas de prestigio, se basan en muestras clínicas. La Asociación Psiquiátrica Americana dejó de considerar la homosexualidad como patología en 1973, y la Organización Mundial de la Salud en 1990. Los estudios efectuados han demostrado ampliamente la capacidad de gays y lesbianas para educar a sus hijos e hijas de modo sano. En nuestro propio estudio, tres de cada cuatro padres y madres califican su maternidad o paternidad como “lo más importante de sus vidas”. Y el segmento de hijos mayores de 16 años, retrospectivamente, valora la relación entre sus progenitores como auténticas pruebas de confianza y fidelidad.
(Fuente: AndaluciaInvestiga.com)
Por M. R. Illana
María del Mar González es profesora titular del Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación en la Universidad de Sevilla. Su estudio de los nuevos modelos familiares emergentes le llevó a dirigir los primeros trabajos en España sobre el desarrollo infantil y adolescente en familias homoparentales (aquellas en que los progenitores son gays o lesbianas). Con motivo del debate sobre la nueva Ley de matrimonio entre homosexuales, ha sido recientemente invitada a exponer sus conclusiones en el Senado.
¿Existe algún tipo de influencia entre la orientación sexual del adulto y la crianza de los hijos?
Hay consenso en la comunidad científica en torno a que la estructura o configuración de la familia no es el aspecto determinante en el desarrollo y bienestar psicológico infantil, sino la calidad de la dinámica de relaciones. Es decir, lo relevante no es si es biológica o adoptiva, con uno o dos progenitores, si éstos son de igual o distinto sexo, si es una primera unión o ha pasado por una separación. La clave es una buena dosis de afecto y comunicación, sensibilidad a las necesidades del niño o niña, estabilidad, respeto a normas razonables y relaciones armónicas.
¿Cómo se desarrollan los chicos y chicas que viven con padres o madres homosexuales?
Presentan un buen desarrollo en distintas dimensiones. Esto se refleja en la ausencia de diferencias estadísticas significativas respecto al resto de los chicos en parámetros como autoestima, competencia académica, ajuste emocional y comportamental, habilidades interpersonales o integración en clase y grupo de amigos. Las familias se caracterizan por una dinámica de relaciones con bajos niveles de conflicto y amplias redes de apoyo social. Por otra parte, los estudios con jóvenes adultos que han crecido con gays o lesbianas también evidencian que son personas con buen ajuste psicológico y entre las que no hay mayor proporción de orientación homosexual que la habitual en las familias heteroparentales.
¿Qué particularidades les aporta el hecho de criarse en una familia homoparental?
Por una parte, como era esperable, aceptan más la homosexualidad, pero también tienen ideas favorables a la diversidad cultural, familiar, étnica, de género o relativa a la condición social en general. Por otro lado, conocen con precisión los roles que la sociedad asigna a uno y otro género, pero eso sí, son más flexibles en ese terreno porque piensan que tanto hombres como mujeres pueden realizar perfectamente cualquier tarea.
¿Cómo ejercen de padres y madres los progenitores de estos núcleos familiares?
La tolerancia y el respeto a los demás es el valor educativo principal. Sus ideas evolutivo-educativas se enmarcan dentro del perfil ‘moderno’, de acuerdo con la terminología desarrollada por Jesús Palacios en 1988: conocen estrategias para optimizar el desarrollo infantil y se sienten capacitados para aplicarlas. Su estilo educativo, siguiendo la clasificación de Diana Baumrind, de 1971, se corresponde con el modelo ‘democrático’: buenas dosis de afecto y comunicación, junto a la fijación de normas y límites nítidos, pero basados en el razonamiento y el diálogo con los hijos.
¿Cuál fue la metodología empleada?
La muestra se compuso de 28 familias de Madrid y Andalucía: 15 de madres lesbianas con hijos procedentes de uniones heterosexuales anteriores; 10 de madres lesbianas o padres gays con hijos por adopción o inseminación; y 3 en las que los padres, si bien no tenían la custodia, convivían con sus hijos tanto o más que sus madres. Se aplicó una nutrida batería de cuestionarios y entrevistas, algunos de elaboración propia, a hijos, progenitores y profesores. Los resultados fueron objeto de análisis con procedimientos estadísticos diversos, como el Análisis de Correspondencias Múltiples.
¿Podría detallar alguna de estas técnicas?
Por ejemplo, en la prueba conocida como SERLI (de Edelbrock y Sugawara, 1978) los niños debían guardar diversos objetos (como un martillo, un biberón, una plancha, etc.) en una de tres cajas posibles, según quién podía utilizarlas (si hombres, mujeres o ambos) Cada una se identificaba a través de un dibujo de un hombre, de una mujer, o de ambos, lo que permitió concluir tanto el mencionado conocimiento de los roles sociales de género por parte de los niños y niñas, como su flexibilidad a la hora de concebir la capacidad de uno u otro género, independientemente de la tarea planteada.
¿Concuerdan los resultados con las investigaciones realizadas en otros países?
Sí, absolutamente: concuerdan con las investigaciones realizadas en Estados Unidos, Reino Unido, Bélgica, Holanda o Francia. No obstante, aún faltan por conocer en toda su riqueza muchos aspectos del tema, ya que los primeros trabajos datan de finales de los 70; tres décadas es un tiempo corto en Ciencias Sociales. La primera gran revisión en Child Development (la revista internacional de mayor impacto en Psicología Evolutiva), publicada por Charlotte Patterson, apareció hace sólo trece años. Los primeros estudios se efectuaron en el ámbito predominantemente anglosajón, fueron puntuales y con muestras pequeñas. Aún así, ya han visto la luz trabajos europeos, de mayor alcance o de carácter longitudinal (con intervalos de tiempo prolongados).
Al calor del debate legislativo, algunos sectores han desautorizado la capacidad educativa de gays y lesbianas bajo una supuesta condición enferma.
Se trata de afirmaciones extracientíficas sin ningún apoyo empírico, que además de ignorar los resultados de las revistas científicas de prestigio, se basan en muestras clínicas. La Asociación Psiquiátrica Americana dejó de considerar la homosexualidad como patología en 1973, y la Organización Mundial de la Salud en 1990. Los estudios efectuados han demostrado ampliamente la capacidad de gays y lesbianas para educar a sus hijos e hijas de modo sano. En nuestro propio estudio, tres de cada cuatro padres y madres califican su maternidad o paternidad como “lo más importante de sus vidas”. Y el segmento de hijos mayores de 16 años, retrospectivamente, valora la relación entre sus progenitores como auténticas pruebas de confianza y fidelidad.
(Fuente: AndaluciaInvestiga.com)
DESCARGA - Estudio de Familias Homoparentales
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