07 enero 2009

La eyaculación femenina

(Por Rosa Niesvizky).- Mucho se dijo, a lo largo de la historia de la sexualidad, que el orgasmo femenino no tenía razón de ser porque la mujer no eyaculaba. También se decía que sólo las mujeres ninfómanas y las prostitutas sentían placer durante el acto sexual, que una mujer decente no sólo no debía sentir nada, sino que además, la relación sexual tenía que ser vista como "el sacrificio que toda mujer tenía que pasar para poder ser madre".

Con lo qué sabemos ahora de la sexualidad femenina, nos hemos liberado de muchos de los mitos y leyendas que se habían construido entorno a la vivencia de-la sexualidad.

Así como en el hombre la eyaculación acompaña al orgasmo, aunque no son lo mismo, la mujer puede tener orgasmos sin tener eyaculación.

Pero vayamos por partes. Dentro de la vagina, en su cara superior, cómo a tres centímetros de la apertura de éste órgano, cuando la mujer está muy excitada, se pueden sentir unas bolitas a las que se les da el nombré de punto C. Ahora sé sabe que no es sólo un punto, sino que es - todo un racimo y se le llama cresta G. Estas son glándulas que reciben el nombre de glándulas de Skenne y que se cree, son la contraparte femenina de la próstata; entonces, la estimulación directa de éstas glándulas produce en la mujer una gran sensación de placer acompañada, en ocasiones, de la urgencia de orinar.

Muchas veces esta necesidad de orinar, avergüenza a la mujer, y ella misma frena la reacción que su cuerpo le está dictando. Si es que detiene la respuesta, se desconcentra y puede dejar de sentir el orgasmo; sin embargo, si ella le da rienda suelta a la sensación, existe la salida de un líquido claro al que se le llama eyaculación femenina. Sale de la uretra en el punto máximo de la excitación sexual. Su composición es muy parecida a la del líquido prostático. Generalmente es claro o lechoso y es tan líquido como el agua. No tiene el aspecto, el olor o el sabor de la orina.

Es casi inodoro. Su sabor varía dependiendo del momento del ciclo menstrual, de la alimentación y posiblemente de otros factores cómo por ejemplo cuándo fue su última eyáculación y con qué frecuencia las tiene. El sabor puede variar de muy dulce a amargo, agrio o combinación de todos éstos.

Como es fácil entender, la estimulación de ésta zona no se puede lograr en una relación heterosexual con la simple fricción del pene dentro de la vagina, la manera más fácil de estimular ésta zona es con: los dedos.

Existen algunas mujeres que, como variante normal, no presentan éstas glándulas. Se cree que como no se han usado por muchas generaciones; el proceso evolutivo está tendiendo a desaparecerlas, por lo que una mujer que no las tiene, no debe sentirse mal, sino aceptar y asumir que tiene otros mecanismos para llegar al orgasmo de manera sumamente placentera.

No es necesaria la eyaculación para lograr uno o muchos orgasmos, es más no todas las mujeres pueden eyacular, como mencionáramos, así que no debe considerarse como una prueba frecuente de máxima excitación sexual, pero puede ser interesante e incluso divertido si una pareja que, tenga buena comunicación tanto verbal, como erótica y sexual, busque y experimente con sensaciones y áreas nuevas para estimular y mantener la relación.

(Fuente: DiarioMonitor.com.mx)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que noticia que esa glandula de repente algunas ya no la tengamos por el poco uso entre generaciones,asi que chicas manos a la obre aynque eneste caso dedos a la obra,Pero Kat el uso de consoladores tambien sirve para que la mujer tenga placer y eyacule y lo digo por experiencia propia salvo que mi pareja no este eyacualando y solo orina.
Jodida