(Por Dalia Acosta).- Aunque parezca contradictorio, los hombres homosexuales también pueden ser machistas y generar o ser víctimas de violencia en el seno de la pareja, por motivos más asociados al estereotipo del macho que al del gay.
Así lo demuestra un estudio realizado en Santiago de Cuba, a 900 kilómetros de La Habana, por el psicólogo Pedro Oscar Telles, uno de los pocos investigadores que en la isla ha profundizado en el tema de la violencia en la pareja gay.
La razón está en que “los dos miembros de la pareja se asumen como masculinos y reproducen estereotipos machistas”, afirmó Telles a SEMlac.
Un informe preliminar de la investigación incluyó los resultados obtenidos del seguimiento de 35 parejas que acudieron a la consulta de orientación psicológica del Centro Provincial de Educación para la Salud de Santiago de Cuba, entre junio de 2001 y febrero de 2002.
La mayoría, 54,3%, acudió al especialista por conflictos de pareja, 27,7% para recibir consejería vinculada a su orientación sexual, 14,3% por conflictos familiares y 5,7% por depresión.
Aunque de entrada sólo 71,4% de las parejas reconoció la existencia de violencia en el seno de esta, al final se detectó violencia de una parte en 82,9% de los casos y cruzada, ejercida por ambas partes, en 17,1%.
Casi la totalidad de las personas estudiadas, 94,3% sufrió violencia psicológica y 71,4% la padeció y también reconoció haberla ejercido alguna vez. En tanto, 48,6% admitió haber sido víctima de la violencia física.
Frases tan usuales entre los padres que quieren que su hijo crezca bien “macho” como el “castigo forja al hombre”, fueron expresadas por no pocos entrevistados.
¿Quién ostenta el poder en el seno de la pareja? Esta parece ser la clave entre víctimas y victimarios que justificaron la violencia con argumentos como “uno debe tener el mando” y “el más viril debe guiar al más débil”. Otros llegaron a afirmar que “el propio comportamiento gay justifica la violencia”.
Celos excesivos, control del otro miembro de la pareja limitando su independencia, presiones psicológicas de todo tipo, agresiones verbales y físicas, amenazas y chantajes son sólo algunas de las formas de manifestarse la violencia en parejas gay.
Fuentes especializadas aseguran que “la agresión doméstica existe en todas las clases sociales, razas y religiones, y en las comunidades gays y lesbianas. El abuso doméstico o la violencia física son formas de intimidación intencional con el propósito de ganar o mantener poder y control sobre la otra persona".
A juicio de Telles, “la homofobia y el sexismo existentes en la sociedad configuran un círculo en el que, desde etapas tempranas, los gays son violentados”.
En este ámbito, el experto destaca “el déficit de afectos positivos por parte de la familia, las desaprobaciones sociales de que suelen ser víctimas estas personas desde edades muy tempranas y la carencia de servicios o personal especializados confiables a quienes acudir en busca de ayuda, motivo que los lleva a estructurar una red de apoyo con sus pares”.
Más allá de lo que pueda suceder en el seno de la pareja, un artículo escrito por el fallecido ginecobstetra cubano Celestino Álvarez Lajonchere llamó la atención a mediados de los años 80 del pasado siglo sobre la cantidad de adolescentes que acudían al suicidio en Cuba con tal de no asumir su realidad sexual.
La violencia también es un hecho en las parejas de lesbianas, pero SEMlac no pudo encontrar ningún estudio en el ámbito nacional sobre el tema. “Las mujeres pueden llegar a ser tan violentas en su relación de pareja como los gay”, opinó una lesbiana consultada.
Sin embargo, apenas tres parejas de lesbianas acudieron a solicitar algún tipo de asesoría o ayuda a la consulta de orientación psicológica del Centro Provincial de Educación para la Salud de Santiago de Cuba, en la fecha antes citada.
“Fueron casos de conflictos de pareja, infidelidad. Las mujeres que tienen sexo con mujeres suelen tener más recelo que los gays a la hora de buscar ayuda, que se viole la confidencialidad y se conozca su identidad”, dijo Telles a SEMlac y reveló su intención de ampliar el universo de su estudio a este grupo.
(Fuente: redsemlac-cuba.net )
Así lo demuestra un estudio realizado en Santiago de Cuba, a 900 kilómetros de La Habana, por el psicólogo Pedro Oscar Telles, uno de los pocos investigadores que en la isla ha profundizado en el tema de la violencia en la pareja gay.
La razón está en que “los dos miembros de la pareja se asumen como masculinos y reproducen estereotipos machistas”, afirmó Telles a SEMlac.
Un informe preliminar de la investigación incluyó los resultados obtenidos del seguimiento de 35 parejas que acudieron a la consulta de orientación psicológica del Centro Provincial de Educación para la Salud de Santiago de Cuba, entre junio de 2001 y febrero de 2002.
La mayoría, 54,3%, acudió al especialista por conflictos de pareja, 27,7% para recibir consejería vinculada a su orientación sexual, 14,3% por conflictos familiares y 5,7% por depresión.
Aunque de entrada sólo 71,4% de las parejas reconoció la existencia de violencia en el seno de esta, al final se detectó violencia de una parte en 82,9% de los casos y cruzada, ejercida por ambas partes, en 17,1%.
Casi la totalidad de las personas estudiadas, 94,3% sufrió violencia psicológica y 71,4% la padeció y también reconoció haberla ejercido alguna vez. En tanto, 48,6% admitió haber sido víctima de la violencia física.
Frases tan usuales entre los padres que quieren que su hijo crezca bien “macho” como el “castigo forja al hombre”, fueron expresadas por no pocos entrevistados.
¿Quién ostenta el poder en el seno de la pareja? Esta parece ser la clave entre víctimas y victimarios que justificaron la violencia con argumentos como “uno debe tener el mando” y “el más viril debe guiar al más débil”. Otros llegaron a afirmar que “el propio comportamiento gay justifica la violencia”.
Celos excesivos, control del otro miembro de la pareja limitando su independencia, presiones psicológicas de todo tipo, agresiones verbales y físicas, amenazas y chantajes son sólo algunas de las formas de manifestarse la violencia en parejas gay.
Fuentes especializadas aseguran que “la agresión doméstica existe en todas las clases sociales, razas y religiones, y en las comunidades gays y lesbianas. El abuso doméstico o la violencia física son formas de intimidación intencional con el propósito de ganar o mantener poder y control sobre la otra persona".
A juicio de Telles, “la homofobia y el sexismo existentes en la sociedad configuran un círculo en el que, desde etapas tempranas, los gays son violentados”.
En este ámbito, el experto destaca “el déficit de afectos positivos por parte de la familia, las desaprobaciones sociales de que suelen ser víctimas estas personas desde edades muy tempranas y la carencia de servicios o personal especializados confiables a quienes acudir en busca de ayuda, motivo que los lleva a estructurar una red de apoyo con sus pares”.
Más allá de lo que pueda suceder en el seno de la pareja, un artículo escrito por el fallecido ginecobstetra cubano Celestino Álvarez Lajonchere llamó la atención a mediados de los años 80 del pasado siglo sobre la cantidad de adolescentes que acudían al suicidio en Cuba con tal de no asumir su realidad sexual.
La violencia también es un hecho en las parejas de lesbianas, pero SEMlac no pudo encontrar ningún estudio en el ámbito nacional sobre el tema. “Las mujeres pueden llegar a ser tan violentas en su relación de pareja como los gay”, opinó una lesbiana consultada.
Sin embargo, apenas tres parejas de lesbianas acudieron a solicitar algún tipo de asesoría o ayuda a la consulta de orientación psicológica del Centro Provincial de Educación para la Salud de Santiago de Cuba, en la fecha antes citada.
“Fueron casos de conflictos de pareja, infidelidad. Las mujeres que tienen sexo con mujeres suelen tener más recelo que los gays a la hora de buscar ayuda, que se viole la confidencialidad y se conozca su identidad”, dijo Telles a SEMlac y reveló su intención de ampliar el universo de su estudio a este grupo.
(Fuente: redsemlac-cuba.net )
No hay comentarios:
Publicar un comentario