
Apodos... aquí y en la China¡¡¡ con respecto a Jodie Foster pues hace poco vimos su biografía en cable, fue una estrella desde muy niña, filmando varias películas, al parecer era algo engreída y se las daba de sabelotodo, ya más crecida siempre fue muy curiosa y empeñosa en todo lo que hacía... ah y super inteligente... que dejaba a los demás sin argumentos u objeciones a sus ímpetus =).
Demi Moore es “Miss dame más”; De Niro “Bobby leche”, y Di Caprio "Bobo”. A Jodie Foster le dicen “Pequeña tirana”.
Nadie se salva de la imposición de apodos. Ni siquiera las estrellas. Tanto en Hollywood como en todo lugar, la envidia y la admiración hacia quienes venden sueños dorados desembocan en chapas que pueden dibujar una amplia sonrisa o provocar una ira irrefrenable.
Drew Barrymore (“Los Angeles de Charlie”) es “Daisy” (Margarita, su flor favorita) para los amigos. Liz Hurley llama “El mono” a Hugh Grant y Jodie Foster es, para su familia, “Pequeña tirana”.
Mel Gibson (“Mad max”) es “Gibbo” entre sus amigos australianos y Nicole Kidman tiene por mote familiar “Stalsky” (tallo), por su esbelta y larga figura. Sharon Stone (“Bajos instintos”) es admiradora de Joan Crawford, por eso su marido la llama “Joan”. Además, se ganó el apodo de “Charito Piedra” cuando rodó en España “Sangre y arena”. Al Pacino (“El padrino”) ya tenía sobrenombre en el barrio: “El actor”.
Kate Winslet (“Titanic”) tuvo que soportar que la llamaran “Bubbler” (ballena) en el colegio, por estar gorda. Y a su compañero en la película sobre el trasatlántico que se hundió, Leonardo Di Caprio, sus amigos le dicen “Noodle” (bobo).
Arnold Schwarzenegger (“Terminator”) se hizo llamar “Arnold strong” (Arnold fuerte) en sus inicios, buscando facilitar a los norteamericanos la pronunciación de su nombre. Demi Moore (“Striptease”) se ganó el sobrenombre de “Miss dame más” por su tozudez para conseguir una paga cada vez más alta. A Denzel Washington lo denominan “El Clark Gable negro” y Raquel Welch se ganó el apelativo “El cuerpo”.
A Naomi Campbell la llaman “La Brigitte Bardot negra” y “La Nefertiti del siglo XX” y Sylvester Stallone (“Rambo”) fue en sus inicios “El potro italiano”. Alicia Silverstone (“Batman”) tuvo que aguantar que la llamaran “Fat girl” (chica gorda) y “Butt girl” (chica mantequilla), por sus kilos de más. Jack Nicholson (“El resplandor”) se autocalifica en privado como “El señor Diablo”.
Johnny Depp (“Piratas del Caribe”), según dicen, se registra en moteles como “Stench” (peste) y Madonna fue -y sigue siendo- “La ambición rubia”. Mickey Rourke (“El luchador”), por decir siempre lo que piensa de los demás, es conocido en Hollywood como “Mickey, el bocazas”. En su casa llaman “Pastelito dulce” a Ashley Judd. Y en el ambiente le dicen “La magnolia de acero”.
El apodo de Robert De Niro (“Casino”) es “Bobby milk” (Bobby leche), por su rostro pálido y a Sandra Bullock (“Miss Simpatía”) le pusieron “Redblood” (Sangre roja), porque es una mujer muy temperamental.
(Fuente: lagaceta.com.ar)
Demi Moore es “Miss dame más”; De Niro “Bobby leche”, y Di Caprio "Bobo”. A Jodie Foster le dicen “Pequeña tirana”.
Nadie se salva de la imposición de apodos. Ni siquiera las estrellas. Tanto en Hollywood como en todo lugar, la envidia y la admiración hacia quienes venden sueños dorados desembocan en chapas que pueden dibujar una amplia sonrisa o provocar una ira irrefrenable.
Drew Barrymore (“Los Angeles de Charlie”) es “Daisy” (Margarita, su flor favorita) para los amigos. Liz Hurley llama “El mono” a Hugh Grant y Jodie Foster es, para su familia, “Pequeña tirana”.
Mel Gibson (“Mad max”) es “Gibbo” entre sus amigos australianos y Nicole Kidman tiene por mote familiar “Stalsky” (tallo), por su esbelta y larga figura. Sharon Stone (“Bajos instintos”) es admiradora de Joan Crawford, por eso su marido la llama “Joan”. Además, se ganó el apodo de “Charito Piedra” cuando rodó en España “Sangre y arena”. Al Pacino (“El padrino”) ya tenía sobrenombre en el barrio: “El actor”.
Kate Winslet (“Titanic”) tuvo que soportar que la llamaran “Bubbler” (ballena) en el colegio, por estar gorda. Y a su compañero en la película sobre el trasatlántico que se hundió, Leonardo Di Caprio, sus amigos le dicen “Noodle” (bobo).
Arnold Schwarzenegger (“Terminator”) se hizo llamar “Arnold strong” (Arnold fuerte) en sus inicios, buscando facilitar a los norteamericanos la pronunciación de su nombre. Demi Moore (“Striptease”) se ganó el sobrenombre de “Miss dame más” por su tozudez para conseguir una paga cada vez más alta. A Denzel Washington lo denominan “El Clark Gable negro” y Raquel Welch se ganó el apelativo “El cuerpo”.
A Naomi Campbell la llaman “La Brigitte Bardot negra” y “La Nefertiti del siglo XX” y Sylvester Stallone (“Rambo”) fue en sus inicios “El potro italiano”. Alicia Silverstone (“Batman”) tuvo que aguantar que la llamaran “Fat girl” (chica gorda) y “Butt girl” (chica mantequilla), por sus kilos de más. Jack Nicholson (“El resplandor”) se autocalifica en privado como “El señor Diablo”.
Johnny Depp (“Piratas del Caribe”), según dicen, se registra en moteles como “Stench” (peste) y Madonna fue -y sigue siendo- “La ambición rubia”. Mickey Rourke (“El luchador”), por decir siempre lo que piensa de los demás, es conocido en Hollywood como “Mickey, el bocazas”. En su casa llaman “Pastelito dulce” a Ashley Judd. Y en el ambiente le dicen “La magnolia de acero”.
El apodo de Robert De Niro (“Casino”) es “Bobby milk” (Bobby leche), por su rostro pálido y a Sandra Bullock (“Miss Simpatía”) le pusieron “Redblood” (Sangre roja), porque es una mujer muy temperamental.
(Fuente: lagaceta.com.ar)



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