21 noviembre 2010

Capítulo 7: No cometer los mismos errores en el amor


Curso de Pearson, fragmento del libro: "Las reglas del amor", del autor Richard Templar.

REGLA 7: No cometas los mismos errores

Ya sé que parece obvio. Pero te sorprendería saber la cantidad de gente listísima que tropieza una y otra vez con la misma piedra. Si tu ex fuera para ti una pesadilla venida del infierno, te alejarías de cualquiera que pudiera recordártelo mínimamente; bien. Pues quizá en tu subconsciente buscas a alguien que sea como una copia exacta.

Conozco a un tipo que es inexplicablemente atractivo para mujeres crónicamente enfermas de celos e inseguridad. Él me dice que una parte inconsciente de su mente le permite reconocerlas a menos de medio metro. Dice que no sabe cómo empieza, pero al cabo de un tiempo de estar con una mujer, ella quiere saber en todo momento dónde está y con quién. Por lo visto, su madre también era una mujer muy insegura, pero no vamos a entrar ahora en ese tema. Pero no tiene que ser sólo un tema de celos; puede ser una pareja que te menosprecia, que es infiel, que depende demasiado de ti, que está casada… llámalo como quieras.

Todos seguimos ciertas pautas en nuestras relaciones. Algunas no suponen ningún problema; si, por ejemplo, tú siempre buscas a alguien que le gusten los animales, que le guste salir al campo o que sea cinco años mayor que tú, no supone ningún problema. A menos que seas alérgico al pelo de los gatos, sufras de agorafobia o tengas 95 años. Pero si lo que buscas es un tipo que no te conviene en absoluto, creo que ha llegado el momento de parar y no seguir golpeándote la cabeza contra el muro.

Sé que no es fácil. Porque si esa persona insegura, superdependiente, superindependiente, infiel, arisca, casada es maravillosa en otras cosas, es muy duro terminar una relación. Bueno, tú decides. Lo que intento decirte es que si esa persona no ha sido buena contigo en el pasado, no te engañes, porque en el futuro tampoco lo va a ser.

Quédate con ella si quieres, pero luego no digas que no te advertí, al igual que lo hicieron la mayoría de tus amigos, que quieren el bien para ti.

Por supuesto. Cambiar una costumbre muy arraigada es duro. No pretendo decir que no lo sea. Lo importante es reconocer la pauta y a partir de ahí intentar llegar al porqué de ese estancamiento. Por un lado, saber cómo llegaste ahí no tiene demasiada importancia (como el tipo con la madre celosa) si no nos ayuda a esclarecer de dónde viene esa postura que has tomado.

A partir de ahí tienes que decidir si quieres que tu vida sea una sucesión de relaciones fallidas que cualquiera, incluido tú, podrías haber previsto. ¿No? ¿No quieres que sea así? En ese caso, deberás evitar cualquier relación que siga esa pauta, en vez de engañarte como un niño diciéndote que ésta será diferente. Una vez identificado el problema, hay gente que le pone fácil solución; para otros, es más complicado. Tendrás que trabajar tu propia confianza y romper el molde.

En cualquier caso, si quieres tener una relación feliz y duradera que funcione y que sea satisfactoria para ambos, no hay otra forma de buscarla. Y aunque te cueste romper esa pauta, te aseguro que al final merece la pena.

ERES TÚ QUIEN DECIDE QUE TU VIDA SEA UNA SUCESIÓN DE RELACIONES FALLIDAS

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