Curso de Pearson, fragmento del libro: "Las reglas del amor", del autor Richard Templar.
REGLA 15: No juegues
A veces es tentador jugar… “A ver cuánto tiempo tarda en llamarme por teléfono” o “Le voy a decir que estoy realmente preocupado con la operación de mi madre, a ver si así la convenzo y consigo que la conozca”.
Mira, si quieres hablar con él, llámale. Si quieres que conozca a tu madre, pídeselo. Jugar es peligroso y puedes acabar quemándote. La única manera de empezar una relación es seguir hacia delante y si no quieres pasarte la vida jugando, no empieces.
Recuerda que si tú juegas, la otra persona también jugará. ¿Es eso lo que quieres? Y piensa que los juegos, inocentes y bien intencionados, como quieras, son una forma de manipulación. No manipulamos a la gente que queremos, simplemente les decimos cómo nos sentimos y qué es lo que nos importa. Manipular a la gente es tratarla paternalmente y controlarla y es de todo punto inaceptable.
Por lo general, tendemos a jugar (al menos lo intentamos) cuando nuestra pareja no está respondiendo como queremos. Es como un examen: “Voy a ver cuánto tarda en darse cuenta de que hoy es mi cumpleaños”, o en cosas más serias: “No le voy a decir que estoy aquí, a ver si me entero de si está tirándole los tejos a otra”.
No. Para. No funcionará jamás. Si quieres que se acuerde, dile que hoy es tu cumpleaños; si crees que está ligando con otra, vuelve atrás y lee de nuevo la Regla 13 (tienes que confiar en él). Si te acostumbras a ese tipo de juegos, acabarás teniendo problemas. ¿Te gustaría que te lo hicieran a ti?
Y al final, te pillarán. Aunque no tengan pruebas, sabrán que no has sido honesta/o. Y volvemos de nuevo a la confianza; deben confiar en ti, tienen que hacerlo, y los juegos consiguen justo el efecto contrario.
Tengo una amiga que se ha pasado la vida jugando con los hombres. Al final, se ha casado con uno con quien no necesita ningún juego. ¿Por qué? Porque desde el principio las cosas fueron como tenían que ir, sin necesidad de nada.
Si te duele que a tu pareja se le olvide tu cumpleaños, avísale unos días antes y problema resuelto. Sé que a nadie le gusta estar con alguien que no se preocupa, y te doy toda la razón, pero también te digo que hay gente más despistada que otra y hay que ayudarla a recordar las cosas. De la misma forma, tu pareja irá encantada a conocer a tus padres si tú le explicas previamente lo que eso supone para ti y por qué. Por eso, no manipules. Sentaos juntos un rato y explícale por qué te gustaría que reconsiderase su postura. Es más maduro de lo que crees (en el buen sentido de la palabra) y esta conversación os servirá para mejorar vuestra relación.
LA ÚNICA MANERA DE EMPEZAR UNA RELACIÓN ES SEGUIR HACIA ADELANTE, Y SI NO QUIERES PASARTE LA VIDA JUGANDO, NO EMPIECES A JUGAR.
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