Carina Vance, de 34 años, con maestría en salud pública en la Universidad de California, Berkeley, es la
recientemente nombrada Ministra de Salud de Ecuador y es lesbiana pública.
Desde antes de asumir el cargo público Vance ya se había declarado abiertamente en contra de las clínicas
que ofrecían “curar” la homosexualidad. En los últimos meses se habían denunciado varios casos de este
tipo y éstas pseudo-clínicas se encontraban en observación.
Las autoridades habían procedido a multar y cerrar provisionalmente varios de estos establecimientos, pero rápidamente volvían a abrir con argucias legales por existir un vacío legal.
En estas clínicas se venían ofreciendo tratamientos para “curar” la homosexualidad con el nombre de “transtornos de sexualidad”. Jóvenes lesbianas, gays y trans eran introducidas/os por sus familias con el fin de cambiar su orientación sexual y/o identidad de género con prácticas poco convencionales, como la tortura, el encierro y procedimientos de modificación de conducta basados en la coerción mental y física, uso de fármacos y psicoterapias.
A partir de ahora éstas clínicas serán clausuradas por violar los derechos humanos de las personas LGBTI’s hecho que va en contra de la propia Constitución.
La organización ecuatoriana Taller Comunicación Mujer realizó un estudio en el año 2010 que arrojó las siguientes cifras: en el país habían 205 clínicas de rehabilitación, 61% no exhibía su permiso de funcionamiento, 78% no facilitaba datos sobre las condiciones del lugar y el 70% ofrecía información contradictoria.
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Las autoridades habían procedido a multar y cerrar provisionalmente varios de estos establecimientos, pero rápidamente volvían a abrir con argucias legales por existir un vacío legal.
En estas clínicas se venían ofreciendo tratamientos para “curar” la homosexualidad con el nombre de “transtornos de sexualidad”. Jóvenes lesbianas, gays y trans eran introducidas/os por sus familias con el fin de cambiar su orientación sexual y/o identidad de género con prácticas poco convencionales, como la tortura, el encierro y procedimientos de modificación de conducta basados en la coerción mental y física, uso de fármacos y psicoterapias.
A partir de ahora éstas clínicas serán clausuradas por violar los derechos humanos de las personas LGBTI’s hecho que va en contra de la propia Constitución.
La organización ecuatoriana Taller Comunicación Mujer realizó un estudio en el año 2010 que arrojó las siguientes cifras: en el país habían 205 clínicas de rehabilitación, 61% no exhibía su permiso de funcionamiento, 78% no facilitaba datos sobre las condiciones del lugar y el 70% ofrecía información contradictoria.
Impulso B. Aires
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