23 noviembre 2009

Mononeuclosis, la enfermedad del beso


A tomar en cuenta...

(Por Omar Sanabria).- Estás por despedir a esa chica con quien saliste y toda la noche deseaste compartir algo más que una charla. Finalmente te animas, y decides mostrar tus intenciones con el gesto más mesurado posible: un beso.

A unas semanas del suceso (entre 4 y 7 aproximadamente), incluso justo cuando ni siquiera se te ocurriría asociarlo con ello, presentas de modo agudo los síntomas de un resfriado común.

Aunque el mismo cuerpo te lo hará saber; ni autodiagnosticarse, ni tomarlo a la ligera son una opción, ya que a pesar de no ser algo contundente, no está demás descartar que se trate de mononucleosis o la enfermedad del beso.

Tal como lo lees, aunque su existencia no es muy difundida por ser fácilmente confundida con un resfriado común, la mononucleosis es una enfermedad que se contrae por el contacto con la saliva de una persona infectada por el virus Epstein Barr (VEB). Por ello el mote de la enfermedad del beso o de los enamorados.

Este virus puede transferirse de una persona a otra por diversas vías: además de los ósculos, las más usuales son por estornudos, tos o por otros tipos de contacto directo, como cuando compartimos alimentos y utensilios para comer y beber, entre otras.

Sus síntomas pueden ir desde:

- Sentir cansancio todo el tiempo.
- Fiebre.
- Dolor de garganta.
- Inapetencia.
- Inflamación de los nódulos linfáticos (que también se conocen como las glándulas que tenemos en el cuello, en las axilas y en la ingle).
- Dolores de cabeza.
- Dolores musculares.

Hasta:

- Aumento anormal en el tamaño del hígado y o del bazo.
- Erupción en la piel.
- Dolor abdominal.

Debido a la familiaridad que guardamos con estos síntomas, quizá haya quienes piensen que estamos hablando de una enfermedad que no es de cuidado pero, no debemos subestimarla, ya que si bien es cierto que comúnmente se sale bien librado de ella, no todos son los afortunados que así pueden aseverarlo.

Tal es el caso de personas que, por descuido o negligencia, no consultan a su médico y al no seguir las medidas necesarias llegan a experimentar un intenso dolor abdominal, síntoma de que el bazo se ha ensanchado lo cual, en casos extremos, puede derivar en la ruptura del mismo y una consecuente hemorragia interna, ameritando cirugía urgente e inevitablemente.

Debido a que estos síntomas son generales y suelen asociarse con otras enfermedades, el médico debe ordenar un análisis de sangre para ayudar a diagnosticar el padecimiento.

De resultar positivo el estudio, el doctor sugerirá ciertos cuidados, tales como:

— Descansar lo máximo posible (es importante evitar actividad física excesiva pues predispone a la ruptura del bazo).
— El uso exclusivos de ciertos medicamentos bajo prescripción médica (a pesar de atacar los mismos síntomas no todos son recomendables; incluso hay algunos que son contraproducentes).
— Beber abundantes líquidos (para evitar deshidratación).
— Procurar una dieta balanceada (habrá que esforzarse, aunque no se tenga mucho apetito).

En caso de que tu recuperación sea rápida, asegúrate de no contagiar a tus amigos y familiares. Las medidas más recomendables para ello son:

Lavar las manos frecuentemente.
Cubrir tu nariz y boca al toser o estornudar.
No compartir bebidas ni utensilios para comer.

Vale la pena mencionar que para este malestar no existe una cura como tal, en realidad la mononucleosis desaparece por su propia cuenta. Los síntomas usualmente duran aproximadamente cuatro semanas.

Cavilando al respecto...
Es cierto que todos somos seres sociales y precisamos de otros para desarrollarnos. En ello, la parte afectiva no es la excepción. Lo ideal es no caer en radicalismos sino ser precavidos y sobre todo estar atentos a las señales que nuestro cuerpo nos envía para prevenir o atender ciertos males que, tratados oportunamente, nos ayudan a librar espinosos resultados.

El cuerpo es sabio y, aunque existen enfermedades engañosas, casi siempre indica cuando algo no anda bien, sólo es cuestión de prestarle atención. Recuerda que en el cuidado de tu persona y el bienestar en general, el único responsable eres tú mismo.

(Fuente: anodis.com)

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