Curso de Pearson, fragmento del libro: "Las reglas del amor", del autor Richard Templar.
REGLA 3: No serás feliz con nadie si no estás a gusto contigo mismo
En una ocasión conocí a una mujer que siempre tenía pareja. Me imagino que todos conocemos a alguien así (a lo mejor tú mismo). En el momento en que termina una relación, empieza otra. Le pregunté por qué era así y ella me dijo que no le gustaba estar sola. Cuando yo la conocí, salía con un hombre estupendo, pero que no le daba el amor que ella pretendía. Le dije que por qué lo soportaba. Con paciencia me explicó que no tenía alternativa; la única opción que le quedaba era estar sola y eso no lo podría aguantar de ninguna manera.
Al final, las cosas fueron a peor y él la abandonó. Ella, entonces, se preparó para pasar el momento malo que sabía que se le venía encima. Yo la vi un mes más tarde y le pregunté qué tal le iba. Me dijo: “Bien, de momento. Pensé que me iba a romper en pedazos inmediatamente, pero por lo visto, lleva más tiempo de lo que esperaba”.
Creo que fue al cabo de seis meses cuando por fin cayó en la cuenta de que no se iba a derrumbar de ninguna manera. Tres meses más tarde de aquello, conoció a un muchacho maravilloso que quería una relación seria con ella, pero ella se resistía. Se había dado cuenta de que sola también estaba muy bien.
El quid de la cuestión es que ella se empeñó en relaciones que no le aportaban nada positivo, sólo por el temor de quedarse sola. Pero cuando se dio cuenta de que estando sola también podía ser feliz, puso el listón mucho más alto y exigió mucho más. No necesitaba quedarse con lo primero que le llegara. Después de todo ¿qué es lo peor que podía ocurrir? Que se volviera a quedar sola, pero eso ya no era un problema en absoluto.
La moraleja de esta historia es que debes aprender a ser feliz contigo mismo. De esta forma, no aguantarás una situación mala por temor a estar solo. Si no funciona, no funciona. Mucha gente es infeliz sólo por miedo a la soledad. Los Seguidores de las Reglas aprenden a vivir y disfrutar solos y si deciden compartir su vida con alguien, es porque ese alguien merece de verdad la pena.
Una vez hayas entendido esto, sólo aceptarás vivir con alguien porque le amas y te hace feliz. Estar solo es magnífico, pero estar con alguien a quien amas, es aún mejor. Si luego no funciona, debes dejarlo sin problema.
MUCHA GENTE ES INFELIZ SÓLO POR MIEDO A LA SOLEDAD
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