Curso de Pearson, fragmento del libro: "Las reglas del amor", del autor Richard Templar.
REGLA 17: Comprueba que ambos comparten los mismos objetivos
Te cuento. Conozco a una pareja que se conoció, se enamoró, se casó y tuvo hijos. Vivían en Londres y él tenía un trabajo que le obligaba a desplazarse a Cornualles cada dos por tres. Después de unos años, los viajes a Cornualles se hicieron habituales y el marido propuso a la mujer que se mudaran allí. Resulta que ese era el plan que él había tenido siempre en mente, pero jamás se lo había comentado a ella. Imagínate, tenía sentido lo que él decía, pero ella nunca le había dicho que no se quería ir de Londres. Tablas.
La moraleja es que no debes esperar a casarte y tener hijos para tener este tipo de conversaciones. Ya sé que no es cuestión de hablar de tus planes de futuro nada más conocer a una persona, pero antes de comprometerte en serio, debes compartir tus planes.
Las cosas cambian. Evidentemente, lo que te gusta y planeas a los 20 años, no es lo mismo que lo que planeas a los 30. Pero si no le dices nada a tu pareja, una vez que vas en serio con ella, te puede acabar pasando lo que a la pareja de la que te he hablado, que al final todo es un lío enorme.
Los temas más importantes son, probablemente, los niños y, por lo general, dónde vives. Hay otras cosas (quizá uno de vosotros ha pensado en jubilarse pronto y viajar y el otro tiene fobia a los aviones y odia estar lejos de casa más de una semana).
Con eso no estoy diciendo que plantees a tu pareja todo un plan de vida, porque no sabes cómo te sentirás entonces y, además, la gente tiene derecho a cambiar de opinión. Tengo un amigo que nada más conocer a su novia, le dijo que no quería tener niños. Ella le dijo que estaba de acuerdo, aunque con un poco de pena, pues ella sí quería tener familia. Al cabo de unos años, se quedó embarazada, pero tuvo mala suerte y perdió el niño. Los dos se quedaron hechos polvo. Ahora tienen dos niños y te puedo asegurar que es uno de los padres más devotos que conozco.
Pero no siempre es así. Tengo otro amigo que a los 25 años decidió, junto con su pareja, que no querían niños. Diez años más tarde, ella se arrepintió de haber tomado esa decisión. Su marido le insistió en que habían estado de acuerdo y que no había que hablarlo más. Esta fue una de las muchas razones por las cuales al final se separaron, pero cuando lo hicieron, ella tenía ya cuarenta años y era un poco tarde para plantearse la maternidad.
Recuerda: no debes comprometerte a una relación de por vida hasta que no conozcas sus puntos de vista sobre la vida en general, niños (y su educación), dónde vivir, qué viajes hacer y toda una serie de cosas que al principio parecen muy lejanas pero que pueden arruinar una relación a largo plazo. Y prepárate, porque a lo mejor uno de vosotros cambia, pero el otro no.
ANTES DE COMPROMETERTE EN SERIO, DEBES COMPARTIR TUS PLANES.
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