San Diego (DPA).- Estudiar sin parar sirve de poco si no se combina con una buena siesta. Investigadores estadounidenses aseguran que para fijar un nuevo conocimiento en la memoria, el cerebro necesita dormir. Una pausa a mediodía permite al cerebro conseguir el espacio necesario para trabajar el resto del día.
La cabeza trabaja mejor si cuatro horas después de aprender algo, quien estudia hace una parada para dormir. Así lo aconsejó desde la Universidad de Berkeley el psicólogo estadounidense Matthew Walker, en el marco del congreso anual de la Asociación Para el Avance de la Ciencia en Estados Unidos (AAAS) en San Diego.
El método idealY es que, según las investigaciones, los estudiantes se equivocan cuando renuncian a horas de sueño para estudiar sin pausa en los días previos a un examen, ya que su rendimiento y la capacidad de asimilar conocimientos disminuyen casi un 40%. En un estudio con 39 jóvenes, Walker demostró que una pausa de 90 minutos al mediodía les ayudó a mantener su capacidad de concentración por la tarde incluso después de haberse enfrentado a difíciles exámenes por la mañana. Sin embargo, el grupo que no paró a mitad del día consiguió peores resultados.
Función cerebral
El equipo de Walker consiguió demostrar hace poco que durante la segunda fase del sueño el cerebro se regenera. Esa segunda fase comienza tras el sueño profundo y concluye cuando empieza la fase REM (en la que se sueña y se mueven los ojos con rapidez). Ahora está claro que no sólo sirve para almacenar datos y establecer una conexión entre las nuevas y las viejas informaciones. Además, fomenta la creatividad y la capacidad para solucionar problemas complicados. Por eso, el cerebro destina a esta fase la mitad del tiempo completo del sueño, explica el científico.
(Fuente: El Comercio)
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