Chirlane McCray, era a inicios de los 90's una activista lesbiana feminista, que luchaba por los derechos LGBT y contra el racismo. Ella era una joven afroamericana nacida en Massachusetts que sufrió el racismo en carne propia, fue la única estudiante negra en su escuela y el punto de bromas y chistes racistas.
A los 17 años Chirlane sale del armario y mientras cursa estudios en la Universidad de Wellesley empieza a hacer activismo alzando su voz de protesta escribiendo sobre su orientación sexual así como las vicisitudes que tuvo que pasar por su raza afroamericana y el hecho de que sus profesores nunca se preocuparon por protegerla contra la discriminación.
“porque descubrí pronto mi preferencia por las mujeres, antes de quedar atrapada en un matrimonio tradicional y tener hijos”.
“Sobreviví a las lágrimas, al aislamiento y al sentimiento de que algo terrible me sucedía por el hecho de enamorarme de otra mujer”
(Revista Essence,1979)
En 1991 conoció a su actual esposo Bill de Blasio actual alcalde de New York, cuando ambos trabajaban para el alcalde David Dinkins. Es entonces cuando su vida da un giro de 180 grados. Se casaron en 1994.
"Yo salí del armario con apenas 17 años.... Entonces no había estado con ningún hombre y me extrañó aquella atracción. Pero no pensé que estuvieran empezando a gustarme los hombres. Era más bien que me atraía Bill, siempre me pareció la persona perfecta para mí".
Chirlane McGray y Bill de Blasio, tienen 20 años de casados y han tenido dos hijos Chiara y Dante, hoy son la pareja interracial y progresista más importante de New York y tienen firmes posibilidades de ascender en la política estadounidense.
Bill de Blasio ha declarado públicamente que la única que tiene poder para interferir en sus decisiones es su esposa, lo cual no ha gustado a muchas/os adversarios y/o simpatizantes políticos, al considerar haberlo elegido sólo a él.
Chirlane, ante la pregunta de si le siguen gustando las mujeres y si se considera bisexual ha respondido muy escuetamente:
“estoy casada y soy monógama, pero no estoy muerta, y Bill tampoco lo está.”
“Soy más que una etiqueta.
¿Por qué la gente está empeñada en poner etiquetas sobre en qué punto del espectro sexual nos situamos?”
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