El pasado lunes, la pareja formada por Julio Lavalle y Justin Rodríguez, jóvenes gays que se encontraban paseando por el Centro Comercial Plaza San Miguel en Lima, fueron abordados por un vigilante con el fin de que dejaran de darse muestras de afecto públicas en el recinto, bajo amenaza de ser expulsados del lugar.
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| Julio Lavalle y Justin Rodriguez (Foto: El Comercio) |
Los chicos lejos de intimidarse, muy destacable, se defendieron y pidieron explicaciones del porqué se les estaba interrumpiendo el libre tránsito, ante lo cual el vigilante argumentó que por ser homosexuales y por dar "mal ejemplo", adicionando que sólo obedecía a las quejas de amas de casa que exigían se expulse a los jóvenes gays.
El centro comercial se ha dado cuenta del error cometido, han dicho que en su establecimiento no se discrimina a nadie por nada y tampoco por su orientación sexual, han declarado que los jóvenes gays quizás estaban "demasiado" cariñosos, pero lo más negativo es que han delegado toda la responsabilidad al vigilante, de quien han dicho "que es de provincia y no está acostumbrado a ver estos casos", que va a ser reubicado.
Creemos que todo establecimiento comercial o de atención al público debe capacitar a su personal en el trato a las personas de nuestra comunidad, no para que tengamos un trato super especial (de reinas, reyes), sino para que dejen en casa su homofobia y/o prejuicios, o que mejor aún vayan dándose cuenta que la homosexualidad no es nada anormal, ni enfermizo, que es una orientación normal; para que de esta manera se nos trate con respeto, sólo eso pedimos, RESPETO.
Es importante también recalcar que ésta es la actitud que tenemos que tomar ante un abuso o acto de discriminación, no quedarnos callados y bajar la cabeza, sino hablar, exigir respeto y denunciar este tipo de actos.
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