15 abril 2009

Gus Van Sant: "el miedo a los gays es el miedo a lo desconocido"

(Por Mario Amaya).- La vida del desaparecido político y activista gay Harvey Milk, el primer candidato abiertamente homosexual elegido por voto popular para un cargo público en Estados Unidos en los años setenta, era un proyecto que Gus Van Sant tenía en mente desde hacía 10 años. En ese entonces, el director de Good Will hunting, Drugstore Cowboy, My own private Idaho y Elephant veía a Sean Penn en el papel principal y a Tom Cruise en el del asesino ¿Dan White¿, pero tras hablar con el primero sintió que no era el momento.

Una década después, el proyecto resultó distinto al inicialmente concebido, tanto en términos de guión como de producción. Aunque Sean Penn seguía siendo Milk, Gus Van Sant se inclinó por Josh Brolin para el papel de White. Y no fue en vano: con ellos, la película obtuvo el Óscar a mejor actor principal y una nominación a mejor actor de reparto.

La cinta, cuenta además con la participación de James Franco y Diego Luna como amantes de Harvey Milk, y Emile Hirsch y Alison Pill como sus aliados y amigos en su vida política. CAMBIO habló con el director y activista gay en San Francisco, la ciudad donde transcurren los hechos.

¿Cómo fue la génesis de esta película?
En 1992 supe que Oliver Stone tenía pensado llevar la historia de Harvey Milk al cine, con Robin Williams de protagonista, pero luego desistió de la idea. Quince años después, tras tener varias versiones del guión, por fin llegué a un acuerdo con los productores para sacar el proyecto adelante con los actores que queríamos y el presupuesto adecuado. Aun entonces tenía en mente a Sean Penn para el papel.

¿Qué estaba haciendo cuando Milk fue asesinado?...
En 1978 yo estaba en Los Ángeles. Vivía en West Hollywood y no sabía nada de Harvey Milk, ni que era un servidor público, ni que era el primer político gay o uno de los primeros. Cuando su asesinato se convirtió en noticia nacional, yo estaba haciendo un viaje por carretera alrededor del país. Diferentes medios mostraban la historia de cómo un miembro de la Junta de Supervisores de San Francisco, que era gay, fue abatido junto con el alcalde por otro supervisor. Así, tal como lo vi reportado en los noticieros de televisión, es como se ve en el filme.

¿Fue muy complicado tener que rediseñar las calles de San Francisco para devolverlas 30 años en el tiempo?
Las calles del distrito Castro, donde se lleva a cabo la mayoría de la historia, mantienen su arquitectura, lo que ya es un buen avance. Lo difícil fue traer de regreso la visión artística, de moda, modales y comportamientos de la gente de ese tiempo. Para eso hay que investigar y adivinar un poco cómo se vivía allí en los setenta. Pero tengo la fortuna de estar rodeado de mucha gente cercana a Harvey Milk, gente que vivió la época, y eso ayudó enormemente a reproducir lo mejor posible el lugar.

¿Qué piensa sobre la lucha por la igualdad que lleva a cabo la comunidad homosexual?
Desde los años sesenta y setenta han existido propuestas estatales que buscan truncar esa igualdad, como la Proposición 6 que combatió Milk, que pretendía vetar y despedir a cualquier profesor que fuera homosexual. En 1991 también hubo una propuesta similar en Oregón, que buscaba despedir, aún más lejos, a cualquier empleado estatal que fuera gay. Es un proceso de tire y afloje. Ahora, con la famosa Proposición 8 en California, que vetó el matrimonio homosexual, se trata de mostrar que la comunidad gay es inmoral. El establecimiento conservador no está dando la pauta para que haya igualdad con los homosexuales en términos de derechos humanos, y aunque ha habido avances en la materia, aún falta mucho por debatir y luchar.

¿Por qué cree que es tan difícil para la sociedad no juzgar a los demás?
Bueno, obviamente, pienso que es muy humano juzgarnos los unos a los otros por diversos motivos. Es parte de la pluralidad. A la comunidad gay y lesbiana la ha ayudado mucho quitarse el miedo a salir del clóset. Es importante saber quién se es y que la gente sepa si su amigo es gay, lesbiana o transexual. Ese conocimiento rompe con la primera causa del miedo y de los juicios. Creo que mucho de eso sucede por el miedo a lo desconocido.

Muchas de sus películas tienen un tipo de denuncia social. ¿Es algo que proviene de un interés específico?
Supongo que viene de haber crecido en un ambiente de clase media alta en el que no siempre se ve el espectro completo de la sociedad como es en realidad. Creo que los filmes tienen algo de ideas sociológicas, no tanto sociales. Muchas cosas que he realizado se basan en relaciones dentro de familias recién creadas, o grupos recién formados en general, que no son necesariamente la relación de hermano y hermana, sino de amistades que dependen el uno del otro.

Pareciera que Hollywood tiene un doble estándar a la hora de hacer una película sobre gais. Cuando es un director, como en su caso, no hay tanto problema, pero otra es la situación cuando es un actor quien admite ser gay...
Sí, creo que aunque hay una visible población gay en Hollywood, ésta no se hace evidente entre los actores porque ellos son los que terminan en frente de la audiencia y son como la terminación nerviosa del músculo de la industria. Igual existe el nerviosismo de que el actor no se desempeñe de la misma forma sabiendo que ya hay una percepción determinada entre el público general. Ciertamente que hay actores que son gais que aún no lo han expresado abiertamente, y es algo injusto y poco democrático. Creo que tiene que ver con la forma de hacer mercadeo masivo y cómo influye que los mismos actores tengan una relación con la audiencia en ese aspecto.

¿Ocurre lo mismo con los políticos?
Sí, los políticos juegan con sus imágenes para cautivar al público de cierta forma, y en ese sentido se parece mucho a los actores. Pero asumo que mientras más aceptación exista en la sociedad, habrá más políticos y actores que se declaren abiertamente gais.

(Fuente: cambio.com.co)

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