Las divas y la maternidad

(Por Alberto Duque López).- A propósito de madres, que este mes de mayo disfrutan su día, es oportuno recordar que numerosas estrellas y divas de Hollywood tienen que decidir ante dos alternativas: Fama o maternidad; celebridad o bebés; divismo o cuerpos enormes, pesados, cansados y deformes; alfombras rojas o despertadas en la madrugada a calentar teteros y dar vueltas en la oscuridad con un pequeño amigo que no quiere reencontrarse con el sueño; filmaciones o pañales sucios; giras de promoción de los estrenos o niños que no quieren quedarse encerrados en inmensos apartamentos o mansiones deslumbrantes; lectura de guiones o salidas a los parques o las playas en vacaciones; cócteles, fiestas, almuerzos, cenas, fiestas, rumbas, citas íntimas o niños que deben ser llevados al médico porque tienen fiebre incontenible...

Aparentemente, las situaciones derivadas del oficio de las estrellas del cine (especialmente las de Holllywood, porque las europeas y latinoamericanas manejan estos asuntos con menos complicaciones, además de contar con los abuelos que siempre están a la mano, o los tíos solteros), excluyen los segundos temas y convierten a las grandes actrices que no tienen tiempo ni ganas ni necesidad ni urgencia para quedar embarazadas, en unos seres egoístas e insensibles, alejados de la ternura y las alegrías de una familia. Aparentemente, porque muchas cosas han cambiado en Hollywood.

LAS DIVAS SOLITARIAS DE ANTAÑO...
Esas imágenes de la diva solitaria que moría soltera y sin hijos, encerrada en la habitación de un hotel y preservada del mundo exterior por un cuerpo de guardaespaldas y secretarios, como Greta Garbo; o la estrella locamente enamorada de un actor casado con otra y obligada a perder el hijo de ambos para evitar un escándalo, como Ava Gardner y Frank Sinatra; o la rubia amante de los más poderosos y peligrosos de la tierra que abortaba muchas veces para no comprometerlos, como Marilyn Monroe; o el caso de Elizabeth Taylor que se casó ocho veces (repitió con Richard Burton con quien adoptó una niña) y tuvo tres hijos; o la historia de Joan Crawford que se casó cinco veces y rechazó en todos los términos una posible maternidad. Para compensarlo adoptó cuatro hijos, incluida Cristina que publicó un libro contra ella, “Mami Querida” y tuvo que devolver un quinto niño que pretendía adoptar porque la madre natural le armó un escándalo en la televisión; o el caso de Bette Davis, casada cuatro veces, desheredó a la hija Bárbara por su libro publicado contra ella y suspendió parte de su carrera por atender al hijo que tenía problemas mentales….

Esas imágenes de los grandes dramas de las divas con sus hijos, sus familias o su soledad ya no se repiten en un Hollywood donde las actrices más taquilleras resuelven sus conflictos maternos con cabeza fría o emocionantes decisiones como el caso de Sarah Jessica Parker quien hace unos pocos días anunció que con su marido Mathew Broderick (los rumores insisten en que separan porque él ha sido infiel) y después de varios intentos frustrados (ya tienen un hijo), decidieron con la ayuda de un vientre subrogado tener gemelas en los próximos meses. A los 44 años y consagrada por “Sex & the City” es el símbolo de toda una generación de actrices, no tan jóvenes, que deciden aumentar o iniciar una familia. Son las actrices que, con hijos naturales, adoptan otros; o las que prefieren no tenerlos; o las que siguen solas aunque se casen varias veces. . O las que como Jodie Foster, tienen dos hijos (Charles Bernard en 1998 y Kit Bernard en 2001), y nadie conoce la identidad del padre, si es que no es un donante anónimo.

LAS ADOPCIONES DE LAS FAMOSAS
Las adopciones se han convertido en la solución más práctica para las estrellas que no quieren embarazos o no pueden lograrlos. Madonna tiene una niña pero adoptó a David Banda, nacido en Malawi. Cuando intentó adoptar otro bebé africano, no se lo permitieron. Diane Keaton adoptó a Dexter y Duk. Cuando estaban casados, Nicole Kidman y Tom Cruise adoptaron a Connor e Isabella, como hizo Sharon Stone con Road, Laird y Quinn. La cantante Rocio Jurado que ya tenía una hija, adoptó a José Fernando y Gloria Camila. Calista Flockhart, el símbolo hermoso y universal de la bulimia y actual esposa de Harrison Ford, adoptó a Liam hace ocho años. La rubia Meg Ryan, famosa por la escena del orgasmo fingido en un restaurante, tuvo un hijo con su ex marido Dennis Quaid y adoptó una niña nacida en China, Daisy Tree; Michelle Pfeiffer ya tenía un niño y adoptó luego a Claudia Rose.

Mia Farrow, en el campo de las adopciones, es una de las dos campeonas en Hollywood y llegó a tener 15 hijos. Con su marido, el compositor André Previn tuvo tres: los gemelos Matthew y Sascha, y Fletcher, y adoptó tres niños, Soon-Yi, Lark Song y Summer Song. Tuvo luego un hijo con Woody Allen, Satchel y adoptó otros dos, Moses y Dylan. Además, Woody Allen y su hija adoptiva Soon-Yi desataron un escándalo internacional cuando se fueron a vivir juntos. Ya como soltera, Farrow adoptó otros hijos: Tam, Isaiah Justus, Quince, Frankie-Minh, Thadeus W. y Gabriel Will. De toda esa familia descomunal han muerto dos, Tam, a los 19 años y Lark, a los 35. A estas adopciones hay que añadir otras dos: las de Bechet y Manzie, bautizadas en homenaje a dos músicos de jazz por sus padres Woody Allen y Soon-Yi.

La otra experta en adopciones se llama Angelina Jolie, quizás la estrella de Hollywood más conocida actualmente en el mundo entero. Con su marido Brad Pitt tienen tres hijos biológicos: Shiloh y los gemelos de un año, Knox León y Vivienne Marcheline, y tres adoptivos (Maddox, de Camboya; Pax Thien, de Vietnam; y Zahara Marley, de Etiopía).

EMBARAZOS DE FAMOSAS, VARIAS DESPUES DE LOS 40'S
La otra situación curiosa es la de las divas que, luego de alcanzar fama, fortuna y amor (otras alternan sus embarazos con su intenso y exitoso trabajo, como Catherine Zeta Jones) hacen un alto en sus carreras y sin importar la edad quedan embarazadas, tienen sus hijos (en algunos casos por primera vez) y reacomodan sus calendarios de filmaciones y compromisos para reorganizar sus familias y convertirse en madres que, seguramente se verán poco con sus hijos pero al menos alcanzan a desarrollar voluntariamente otras etapas de sus vidas.

La morena Halle Berry (a los 41 años), Salma Hayek, Christina Aguilera, Talía (luego de 7 años de matrimonio con el empresario Tommy Motola), Madonna (a los 38 años tuvo a Lourdes María), Brooke Shields (a los 40 años tuvo su segunda hija más un niño adoptado), Courtney Cox (a los 39 años), Julianne Moore (a los 41, una niña), Susan Sarandon (una de las activistas políticas más reconocidas de Hollywood, su segundo hijo a los 42 años), Brittney Spears (a pesar del desorden en que vive, tiene dos hijos), Jennifer López después de haberlo intentado en varias ocasiones por fin tuvo gemelos con su marido Marc Anthony pero por inseminación artificial, Julia Roberts ya con gemelos, tuvo otro hijo en 2007, interrumpió su carrera mientras duraba su gestación, y la retomó para filmar “Duplicity” con Chris Owen.

FAMOSAS QUE BUSCAN LA MATERNIDAD
Dentro de estas historias tan humanas y a veces sorprendentes sobre la maternidad evitada o buscada por las divas de Holllywood, hay dos casos actuales que llaman la atención de los medios y los espectadores. Por un lado, Jennifer Anniston, soltera y aparentemente sin recuperarse de su fracaso conyugal con Brad Pitt, intenta quedar embarazada en la vida real con la donación de algún amigo, y ya escogió al futuro padre, su compañero en la serie “Friends”, David Schwimmer quien interpretaba el personaje de Ross. Habrá que esperar.

El otro caso se relaciona con la hermosa Demi Moore, con 47 años, quien tuvo tres hijas con su marido anterior, Bruce Willis. Ahora, casada con Ashton Kutcher, 31 años, intenta tener otro hijo pero ha fracasado luego de consultar innumerables métodos y especialistas.

Las divas y sus relaciones felices, angustiosas, tensas, privadas, públicas, sostenidas, interrumpidas, tristes y publicitadas con la maternidad en un medio tan egoísta y materialista como Hollywood proporcionan historias cotidianas sobre las que no quieren tener hijos, las que buscan un embarazo y no lo consiguen, las que no tienen en cuenta su edad y logran hijos, las que adoptan, las que dejan la leyenda de pésimas madres y hasta las que se convierten en suegras de sus ex maridos.

(Fuente: noticine.com)