24 octubre 2012

Vero Ferrari: De amores y luchas

Transcrito de Diario16 - 22.10.2012
Por Verónica Ferrari
A los 18 años fui al Movimiento Homosexual de Lima (MHOL) y no me atreví a tocar la puerta. Di varias vueltas alrededor de esta casa que se veía tan común como cualquier otra de Jesús María. Hasta pensé que una casa así no podría ser del MHOL. La casa del MHOL, según lo que imaginé, tenía que tener mil colores, y la que yo veía era de un color inocuo y aburrido.
 
No toqué y regresé a mi vida “normal”. Esa vida que luego abandonaría para cumplir esos sueños que a veces me despertaban por las noches. Y Freud siempre tuvo razón. Esos sueños representaban lo que yo realmente quería y me negaba a vivir. Así que diez años después volví a esta casa, que aún mantenía sus colores aburridos, y toqué la puerta, entré y mi vida nunca más fue la misma, salí como una mujer nueva o, mejor dicho, una lesbiana nueva.
 
El MHOL reconstruye y posibilita vidas. He visto a un sinfín de lesbianas, transgéneros y gays venir con la autoestima en el piso y salir valientes y orgullosos. El MHOL da la posibilidad de vivir lo que realmente quieres vivir y luchar por ello con todas tus fuerzas, con todas tus ganas, con toda tu vida. Me dio la posibilidad de empezar de nuevo y esa oportunidad se la ha dado a muchos. Por eso el MHOL no es una organización más que lucha por los derechos humanos. No es un grupo de locas que siempre está metiendo el tema LGTB por donde vaya… o no es solo eso.
 
Lo que aporta el MHOL al Perú es un espacio en donde uno se puede situar desde una voz marginal cargada de sentido, una voz a la que se le niega la escucha, pero una voz que genera cambios sociales. Lo que aporta el MHOL a la sociedad es democracia, la más radical de todas, aquella que no ha sido regalada por nadie, aquella que ha sido luchada hasta la muerte, nuestras muertes. Aquella con la que realmente todos y todas soñamos, una democracia para todos, sin distingo de ninguna clase, sin negociaciones bajo la mesa, sin olvidos, sin medias verdades, sin hipocresías.
 
El MHOL es un atrevimiento, una provocación, una piedra en el zapato de la normalidad. Por eso celebrar 30 años de esta aventura que un día asumieron unos gays y lesbianas valientes en un contexto mucho más difícil es un inapreciable reto que asumimos con mucha responsabilidad y respeto por aquellos que perdieron el miedo y nos heredaron esta posibilidad de ser uno mismo.


(Verónica Ferrari es Linguista, Directora Ejecutiva del MHOL y Columnista de Diario 16)

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